ESTUDIO DEL PENSAMIENTO DE LOS ENTRENADORES
SOBRE EL PROCESO DE DETECCIÓN DE TALENTOS EN
BALONCESTO

 

Lorenzo, A.

I.N.E.F. de Madrid. Universidad Politécnica de Madrid


 

RESUMEN

Este artículo presenta una investigación realizada para conocer el pensamiento de los entrenadores sobre el proceso de detección de talentos en baloncesto. Partiendo de la nueva orientación de dicho proceso, considerando a dicho proceso fundamentalmente formativo y, asumiendo, por tanto, la importancia del entrenador en dicho proceso; el objetivo de la presente investigación es conocer qué es lo que piensan los entrenadores encargados de realizar dicho proceso, en qué aspectos se fijan, qué factores consideran claves para realizar dicho proceso. Para ello, la investigación la hemos divido en dos apartados. En primer lugar administramos un cuestionario a distintos entrenadores implicados en dichos procesos, y en segundo lugar, hemos realizado una entrevista en forma de reunión de grupo. En general, observamos que el pensamiento de los entrenadores se corresponde con la nueva orientación del proceso de detección de talentos, "bottom-up", y que el concepto de talento que manejan se aproxima al concepto de experto encontrado en la literatura.
PALABRAS CLAVE: Detección, talentos, cuestionario, entrenadores, baloncesto.

ABSTRACT

This study analyses coaches'thinking about talent detection in basketball. The aim of this article is to know what the coaches think about the new direction in the process of discovering new talent, which aspects they observe and which aspects they consider important in this process. To reach this aim, we have divided the investigation in two parts. First of all, we did a general survey of coaches, and secondly, we conducted individual interviews. In general, we observed that the coaches'thinking is in line with the new approach of the talent detection process, "bottom-up", and their concept of talent is very similar to the experts' concepts that we can find in specialized literature.
KEY WORDS: Talent, detection, coaches, basketball.

 


 

1. INTRODUCCION

Si acudimos en primer lugar al Diccionario de la Real Academia Española (1984), podemos ver que entre otras definiciones, el término talento se define como “el conjunto de dones naturales o sobrenaturales con que Dios enriquece a los hombres. Dotes intelectuales, como ingenio, capacidad, prudencia, etc., que resplandecen en una persona”. Para Pérez (1993, en Ruiz y Sánchez, 1997, p. 235) “los sujetos superdotados o talentosos son aquellos que, por sus habilidades extraordinarias, son capaces de altas realizaciones en áreas tales como la competencia intelectual general, aptitud académica, creatividad, liderazgo, competencia artística y competencia motriz”.

Durante mucho tiempo, como aparece reflejado en las definiciones anteriores, el concepto de talento ha estado asociado a una presencia de aptitudes o características para poder alcanzar altos resultados deportivos. Sin embargo, actualmente, se considera que esto no es suficiente.

Se puede observar cómo este término de talento, es sustituido en la literatura por el término de “sujeto experto”, de tal forma que, este concepto supone una aproximación totalmente diferente. Siguiendo a Durand-Bush y Salmela (1996), el concepto de experto es definido como “alguien experimentado, enseñado a partir de la práctica, habilidoso, ágil, dispuesto; con facilidad para rendir a partir de la práctica. Una persona habilidosa o experimentada” (Durand-Bush y Salmela, 1996, p.88).

Ruiz y Sánchez (1997), en su libro emplean el término Experto o Especialista, afirmando que “denota tiempo, trabajo y correcta tutoría y supervisión técnica, aunando con la voluntad del atleta por querer llegar a lo más alto y el conocimiento necesario para lograrlo, lo que conduce a la pericia” (p. 236). Los mismos autores definen a las personas excelentes como “aquellas que tienen la competencia para alcanzar las metas establecidas mediante el uso de unos recursos específicos” (p. 226).

“Bajo esta perspectiva, llegar a ser experto supone desarrollar la capacidad de gestionar la base de conocimiento específico, las informaciones de las diferentes y variadas situaciones de juego, con la competencia para realizar el repertorio técnico que caracteriza dicho deporte, todo ello coloreado del deseo de progresar” (Ruiz y Sánchez, 1997, p.244).

Esta nueva aproximación al concepto de talento, claramente modifica la visión del proceso de detección de talentos. Se observa que la orientación clásica del concepto talento y su detección de arriba-abajo (top-down), es decir, la consistente en considerar a los deportistas campeones como marco referencial para realizar una valoración aptitudinal y establecer baterías de tests adecuados está siendo sustituida por una nueva orientación. Dicha perspectiva propone hacer el análisis al revés, de abajo-arriba (bottom-up). Teniendo en cuenta a los deportistas de elite que destacaron en su infancia, analizar su proceso de formación (Régnier, Salmela y Russell,1993; Ruiz, 1998), para poder encontrar aquellas variables críticas que establecen las diferencias entre los distintos rendimientos alcanzados por los deportistas. Este nuevo análisis se puede hacer a su vez desde dos perspectivas: bien analizando la formación de jugadores ya formados; o bien, comparando deportistas de distinto nivel de rendimiento pero de la misma edad.

Entre los requisitos que señalan algunos autores como Bloom (1985) o Ericcson y cols. (1993), para alcanzar ese grado de experto, podemos destacar los siguientes:

  1. La presencia de una práctica deliberada, entendida como práctica altamente estructurada con el expreso deseo de progresar y mejorar y no con el deseo de pasarlo bien o entretenerse.
  2. En segundo lugar, los especialistas destacan la presencia de un elevado compromiso por parte del deportista para poder superar todos los inconvenientes que le surjan en su vida deportiva, y le permita asumir el grado de sacrificio necesario para soportar los entrenamientos,... Algunos autores lo denominan deseo de excelencia. “La elevada cantidad de años de entrenamiento se caracteriza por un “deseo deliberado” de optimizar sus aprendizajes” (Ruiz y Sánchez, p. 238).

El hecho de utilizar el término experto, en lugar del término talento, denota más claramente aún la concepción de que el proceso de Detección de Talentos es un proceso de formación a largo plazo del deportista y apuesta claramente por una visión socializadora y pedagógica del proceso de detección de talentos. Como indica Baur (1993), no podemos olvidar el papel desarrollado por el entorno y la condiciones ambientales que rodean al sujeto talentoso, ya que “un talento deportivo es un individuo dotado de características particulares de personalidad orientadas al deporte. Este concepto de talento, centrado sobre la persona, se ha visto que es insuficiente. El concepto se debe extender a la interacción persona-ambiente. Un talento se desarrolla dentro de un proceso en el que él mismo está estimulado por condiciones ambientales con el fin de perfeccionar sus características potenciales de personalidad” (p. 8).

En este marco conceptual, la detección de talentos se entiende más como un proceso de formación que como un proceso de selección o un proceso de valoración aptitudinal. Y que, por tanto, esto implica tener una concepción del entrenamiento conforme al desarrollo del deportista, desde una perspectiva pedagógica y biológica, donde el entrenador y el entrenamiento adquieren un papel fundamental.

 

2. LA CASUÍSTICA DE LOS DEPORTES COLECTIVOS

Es necesario atender a la especificidad de los deportes colectivos a la hora de diseñar sus propios procesos de detección de talentos. Está claro que en el caso de los deportes individuales, es fácil determinar el criterio de rendimiento (por ejemplo, el objetivo de un nadador es cubrir una distancia determinada en el menor tiempo posible). El criterio de rendimiento en este tipo de actividades es obvio. Sin embargo, en los deportes colectivos, es virtualmente imposible identificar una sola variable que represente completamente el concepto de éxito en ese deporte, “ya que en estos deportes el criterio de rendimiento no es unidimensional ni inmediatamente obvio” (Régnier, G, Salmela, J. y Russell, S., 1993, p. 92).

El análisis multifactorial propuesto a veces es, al menos, insuficiente, debido a la interdependencia e interrelación de los factores del rendimiento, así como su valoración cualitativa. Así mismo, el análisis causal (causa / efecto) no siempre nos responde de forma completa y acertada, ya que no está muy claro los condicionantes criteriales de la conducta deportiva en la competición. Además de esta casuística, debemos señalar también como aspecto diferenciador que estos deportes se caractericen por la primacía de los factores de percepción y decisión. “El factor ejecución motriz no es específico de los deportes de cooperación-oposición, ni desde la perspectiva de las modalidades de ejecución, ni desde la verificación del éxito o resultado de esa ejecución, pues ello no explica el proceso de decisión estratégica, la toma de decisiones del jugador a partir del tratamiento de la información del contexto en una situación real de juego” (Lasierra y Escudero, 1993, p. 87).

Zatsiorski (1989) afirma, a la hora de valorar el nivel de preparación del deportista, que en el caso de los deportes colectivos, son limitadas las posibilidades de evaluación de la maestría técnica con la ayuda de pruebas o tests específicos, ya que generalmente los indicadores medidos durante el proceso de aplicación de las pruebas no son informativos. Los coeficientes de correlación entre la precisión de la ejecución de estos procedimientos durante la aplicación de pruebas y en los partidos, generalmente se acercan a cero. Por ello, recomienda utilizar una valoración a partir de la opinión de expertos en estos deportes.

Para Dufour (1989, en Grosgeorge, 1990), la evaluación en los deportes colectivos presenta numerosas dificultades. Mientras que los deportes individuales utilizan indicadores basados en los estudios biomecánicos, fisiológicos, y extraen información suficiente para establecer un plan de entrenamiento; en los deportes colectivos “la interdependencia de los comportamientos y las particularidades de las disciplinas constituyen obstáculos difíciles de superar” (p.68).

Lasierra y Escudero (1993) afirman que “el informar de aspectos vinculados con la práctica no da una información completa, pues en deportes de cooperaciónoposición aparecen muchas variables a analizar y además existe cierta tendencia a sobrevalorar algunos aspectos obviando otros que, no por ser más difíciles de observar, son menos importantes y representativos” (p. 87).

Como método de observación proponen que se realice en situación de juego real, integrando el registro de las conductas de toma de decisión con los registros temporales de la acción y, estableciendo escalas descriptivas para la valoración del jugador según los roles estratégicos (Lasierra y Escudero, 1993).

Por último, Gutiérrez (1990), después de plantear una batería de tests para detectar talentos en baloncesto, afirma “que si bien la exploración activa o sistemática puede ser efectiva, las pruebas que realmente informan de la capacidad del sujeto son las que se llevan a cabo dentro del terreno de juego, donde son los propios entrenadores quienes poseen más y mayores elementos de juicio para detectar talentos”.

 

3. INVESTIGACIÓN

3.1. Objetivo

El hecho de entender el proceso de detección de talentos como un proceso de formación a largo plazo, sitúa al entrenador en una situación absolutamente central, ya que es en gran parte, el responsable de este proceso formativo. Además, si a esta circunstancia, añadimos el hecho de que en los deportes colectivos el medio de detección más utilizado y recomendado es la observación del deportista en situación de competición por entrenadores expertos, aún adquiere más importancia el papel del entrenador.

En base a este argumento, realizamos la siguiente investigación con el objetivo de conocer el pensamiento de los entrenadores sobre el proceso de detección de los jugadores en baloncesto. Los objetivos son:

 

3.2. Metodología

La aproximación al pensamiento de los entrenadores se ha realizado bajo dos técnicas de investigación:

Mediante la realización de una encuesta a través de un cuestionario de preguntas cerradas (De Ketele y Roegiers, 1995). Planteamos el cuestionario “de investigación tipo encuesta”, realizando un estudio de un tema preciso sobre una población de la que se selecciona una muestra.

Mediante una entrevista de grupo de carácter semi-dirigida (De Ketele y Roegiers, 1995), con el objetivo de contrastar sus opiniones y los resultados obtenidos.

 

4. EL CUESTIONARIO

El cuestionario fue dirigido a entrenadores de baloncesto, cuya titulación fuese la de entrenador nacional en baloncesto. Además, debían reunir requisitos previos como:

  1. Estar entrenando en la actualidad, y acumular al menos 10 años de experiencia.
  2. El trabajo profesional se debía desempeñar o haber desempeñado bien en equipos de elite (ACB, LEB, EBA o 1ª Liga Femenina, selecciones nacionales), bien siendo responsables de cantera o bien habiendo entrenado en el programa de detección de talentos de la F.E.B.

En total, fueron contestados 67 cuestionarios. El cuestionario está compuesto por 10 preguntas, aunque en este artículo solo presentaremos las más relevantes, todas de carácter cerrado, facilitando de esta forma el posterior tratamiento de los datos y tratando de eliminar, en la medida de lo posible, cualquier error procedente del análisis del mismo.

Antes de pasar el cuestionario, se realizó un cuestionario piloto que fue sometido a la valoración de 4 expertos, aportando cada uno de ellos su visión y realizándose las modificaciones pertinentes.

 

4.1. Codificación y análisis del cuestionario

El tratamiento estadístico se realiza sobre la estadística descriptiva e inferencial, utilizando para ello el programa informático SPSS 9.0. El primer análisis, el descriptivo, nos permite ver los datos tal y como se comportan, para crear estimadores puntuales. En el segundo caso, creamos intervalos de confianza y observamos las diferencias más significativas entre diferentes valores medios y las diferentes frecuencias.

Del mismo modo, se utilizaron tablas de contingencia para ver diferentes comportamientos, analizando las variables latentes y mediante las técnicas de escalas, analizar la fiabilidad del cuestionario. El tipo de preguntas, escalares y de clasificación, hace que este trabajo sea posible.

 

4.2. Resultados y Discusión. Presentaremos los resultados realizando un análisis detenido por cada pregunta de la encuesta, para después proceder a la discusión de los resultados y establecer las conclusiones.

En primer lugar, se pedía a los entrenadores que escogiesen de las siguientes definiciones aquella que entendían definía a un jugador con talento (pregunta 1)

  1. Aquellos individuos que desde temprana edad muestran características específicas, especialmente antropométricas, para jugar al baloncesto.

  2. Jugador, formado o no, que es capaz de dar nuevas y creativas soluciones a las situaciones del juego, generalmente de forma individualizada en ataque.

  3. Jugador que tiene las cualidades necesarias, además de querer, para llegar a obtener rendimientos elevados en el baloncesto, tras varios años de aprendizaje y entrenamiento.

Como se observa en el gráfico nº 1, la respuesta B es la característica más repetida dentro de las posibles definiciones (27 repeticiones).

 

Gráfico 1.

 

La definición más repetida aporta una serie de conceptos que debemos destacar. En primer lugar, expresa claramente que el jugador puede no estar formado. En segundo lugar, la definición anota las soluciones que da el jugador a las situaciones del juego, por lo que parece claro que los entrenadores demandan del futuro jugador que sea capaz de percibir las situaciones que se produzcan en el juego y que tome decisiones a partir de esa percepción.

En la segunda pregunta, se pedía a los entrenadores que ordenasen de mayor a menor importancia (valorándolos en una escala del 1 al 6), el aspecto físico, antropométrico, psicológico, técnico/táctico y contextual, entendiéndolos como aspectos necesarios para el baloncesto (pregunta 2):

En el gráfico nº 2, podemos observar como es el Aspecto Técnico el más valorado en primer lugar (19), frente al Aspecto Físico que se sitúa en el último lugar. Si analizamos las dos posiciones preferidas por los entrenadores, observamos que existen dos aspectos claramente diferenciadas del resto (el Aspecto Psicológico y el Aspecto Técnico/Táctico). (gráfico nº 3).

 

Gráfico 2.

 

Gráfico 3.

 

Posteriormente, se preguntaba por el medio preferido por los entrenadores para identificar a los jugadores, ofreciéndoles como opciones la observación en los entrenamientos y partidos, la realización de tests físicos o técnicos o bien otro medio que debían señalar (pregunta 3). En el gráfico nº 6, queda reflejado que el medio elegido es la observación tanto de entrenamientos como de partidos.

 

Gráfico 6.

 

En la cuarta pregunta, se pidió a los entrenadores que identificasen al atributo psicológico más importante para ellos de entre los siguientes: deseo de aprender, capacidad de cambiar, conocimiento de sus posibilidades y limitaciones, esfuerzo por mejorar y competitividad. Si observamos los dos primeros puestos para ver que características son las más preferidas (gráfico nº 7), obtenemos tres atributos muy similares en puntuación, aunque existe un valor más importante que es el Deseo de Aprender.

 

Gráfico 7.

 

Si realizamos el análisis desde el punto de vista interno, observaremos mejor las conclusiones anteriores. Analizando donde se da el máximo y donde se da el mínimo en cada una de las características, podemos concluir si la distribución es más o menos lógica, y si se distribuye atendiendo a otro tipo de razones. No pasa esto con el Deseo de Aprender (gráfico nº 8), que con 26 entrenadores que la colocan en primer lugar, se despeja cualquier duda del resto, pues solo 2 la ubican en el último lugar.

 

Gráfico 8.

 

En las dos siguientes preguntas, se pedía a los entrenadores ordenar, de forma descendente en importancia, las siguientes variables necesarias en un jugador (pregunta 5), y posteriormente, se pedía puntuar de 1 (nada importante) a 5 (muy importante) dichas variables (pregunta 6).

El análisis previo que tenemos que hacer es estudiar si la escala utilizada es fiable o no. De otra manera, ¿es el valor generado por la tabla consistente y estable?. Aplicamos el grado de fiabilidad alpha de Cronbach, obteniendo un valor obtenido de 0.83, suficiente para considerar fiable la escala.

De entre las variables presentadas, los entrenadores consideraron más importantes las siguientes:

  1. Capacidad de Juego (saber utilizar las capacidades condicionales, de coordinación, intelectuales y la habilidad técnica de manera que pueda resolver bien el objetivo del juego, generalmente personal). (Gráfico nº 9)

Gráfico 9.

Media = 4,67 Mediana (Md) = 3

 

  1. Creatividad en el juego ofensivo, originalidad en la respuesta.(Gráfico nº 10)

Media = 5,37 Mediana (Md) = 4

Capacidad de percibir y comprender correctamente las situaciones. El jugador realiza adecuadas lecturas de las situaciones, así como toma decisiones con velocidad.(Gráfico nº 11)

 

Gráfico 11.

Media =3,46 Mediana (Md) = 2

 

  1. Capacidad de aprendizaje (evoluciona en la adquisición de los conceptos, nº de elementos conocidos, la creación de combinaciones de juego, el conocimiento de las variantes táctica). (Gráfico nº 12)

Gráfico 12

Media = 5,67 Mediana ( Md ) = 5

 

Realizando una comparación a priori, podemos anotar, que el líder absoluto es la percepción y comprensión correcta de las situaciones, tanto en valoración general, como en valoración del 1er puesto. Al estudiar los ranking general yponderado, en las tres primeras posiciones se sitúan (tabla nº 1):

1º. Capacidad de percibir y comprender

2º. Capacidad de juego

3º. Creatividad

 

Tabla 1. Ranking de la P5.

CARACTERÍSTICA Índice Orden Media P.6. Orden Índice Pond. Orden
a. Capacidad de Pase 398 10 7,24 10 * 1,09 8
b. Capacidad de Juego 252 2 4,77 2 * 0,49 2
c. Creatividad 295 3 5,37 3 * 0,89 3
d. Capacidad de percibir y comprender 158 1 3,46 1 * 0,36 1
e. Calidad y velocidad en las correcciones 358 7 6,63 6 * 1,11 6
f. Correcta selección de tiros 461 13 8,38 13 * 1,47 13
g. Capacidad para jugar sin balón 365 9 6,64 7 * 1,04 5
h. Capacidad de sacrificio en defensa 448 12 8,15 12 * 1,62 12
i. Importancia en el juego 336 5 6,78 9 * 1,3 10
j. Juega con/ para el equipo 364 8 6,74 8 * 1,27 9
k. Se implica en el juego 353 6 6,54 5 * 1,11 6
l. Aplica intensidad en sus acciones 425 11 7,73 11 * 1,22 11
m. Capacidad de aprendizaje 306 4 5,67 4 * 0,87 4

En la pregunta 6, realizamos dos tipos de análisis: un estudio descriptivo de los datos; y un análisis factorial reductor de factores. Los valores medios, moda y desviación típica se muestran en la tabla nº 2.

Tabla 2. Descriptivos de la P6.

CARACTERÍSTICA Media P.7 Desv. Típica Moda P.7 Intervalo de Confianza
a. Capacidad de Pase 3,91 1,01 5 3,6 – 4,18
b. Capacidad de Juego 4,51 0,72 5 4,32 – 4,70
c. creatividad 4,11 1,1 5 3,81 – 4,41
d. Capacidad de percibir y comprender 4,64 0,75 5 4,44 – 4,84
e. Calidad y velocidad en las correcciones 3,89 1,01 5 3,62 – 4,16
f. Correcta selección de tiros 3,53 1,18 3 3,21 – 3,85
g. Capacidad para jugar sin balón 3,96 1,05 5 3,68 – 4,24
h. Capacidad de sacrificio en defensa 3,38 1,25 4 3,04 – 3,72
i. Importancia en el juego 3,7 1,01 3 3,43 – 3,97
j. Juega con/ para el equipo 3,73 0,96 3 3,47 – 3,99
k. Se implica en el juego 3,89 0,96 5 3,63 – 4,15
l. Aplica intensidad en sus acciones 3,78 1,03 4 3,5 – 4,06
m. Capacidad de aprendizaje 4,13 1,03 5 3,85 – 4,41

 

El Análisis Factorial de Componentes Principales (APC), trata de reducir los factores de la matriz original para buscar factores “latentes” como combinación lineal de los existentes. El número escaso de la muestra hace pensar que el APC puede ser poco fiable, por lo que analizamos los índices de viabilidad:

- Determinante de la matriz de Correlación: 0,0008948
- El índice Kaiser-Meyer-Olkin: 0,0008948
- Test de esfericidad de Barlett: 521,70
Significación: 521,70

 

El primer valor debe ser pequeño pero mayor que cero. El segundo valor compara los coeficientes de correlación simple con los de correlación parcial y este valor (0,78) indica una validez normal. El tercer valor comprueba si la matriz de correlaciones es una matriz de identidad. Debe ser alto el valor y la significación debe ser menor que el grado de fiabilidad que proponemos (en este caso 0,05).

Debemos de tener en cuenta que el APC consiste en la reducción de factores iniciales, uniendo variables que signifiquen lo mismo, lógicamente sin la misma cantidad de información. Observando que los valores nos permiten realizar un APC, mostramos la tabla final de explicación (Tabla nº 3) y la matriz rotada.

 

Tabla 3. Análisis Factorial de Componentes Principales.

Variable Communality * Factor Eigenvalue Pct of Var Cum Pct
APRENDE7 ,52616 * 1 4,89612 37,7 37,7
COLECTI7 ,69424 * 2 2,31421 17,8 55,5
CONCENT7 ,71873 * 3 1,19436 9,2 64,7
CORRIGE7 ,64816 *
CREATIV7 ,62535 *
DEFENS7 ,64795 *
INTENS7 ,74711 *
JUEGO7 ,74210 *
LIDER7 ,60037 *
PASE7 ,54129 *
PERCIBE7 ,53304 *
SELTIRO7 ,72851 *
SINBAL7 ,65168 *

 

Diferenciamos tres dimensiones que subyacen a la información adquirida (Factores 1, 2, 3), capaces de explicar el 64.7% de varianza común. Observando las comunalidades, éstas son suficientemente altas para explicar las aportaciones de cada una. El Factor 1 (variable psicológica) definido por:

El Factor 2 (aspecto técnico-táctico) lo definen:

El Factor 3 (creatividad) lo definen:

 

4.3. Conclusiones del cuestionario

En función de los resultados, las conclusiones más relevantes, a juicio nuestro, son las siguientes:

  1. Los entrenadores consideran al jugador con talento como aquel jugador que interpreta correctamente las situaciones, basándose en la adecuada percepción del problema.

  2. Los aspectos más valorados son el aspecto psicológico y el aspecto técnico/táctico. Esto fundamentalmente se refleja en valorar en los jugadores su esfuerzo y su deseo por mejorar, pero dentro de un contexto específico, en este caso, el baloncesto.

  3. Parece que los entrenadores se aproximan al concepto de talento entendido como “sujeto experto”, destacando el “deseo de excelencia”, así como la especificidad del deporte, entendida en este caso como “la capacidad de percibir y comprender correctamente las situaciones” .

  4. Los entrenadores valoran de forma muy positiva la capacidad de aprendizaje del jugador, siendo esta respuesta coherente con la valoración que realizan del deseo de mejora.

  5. Los aspectos antropométricos y físicos no se consideran importantes, desde el momento en que son interpretados aspectos básicos, necesarios para continuar de la formación del deportista.

  6. Los entrenadores entienden como mejor método para la detección de los futuros jugadores la observación de éstos durante los entrenamientos y durante los partidos, alejándose totalmente de toda aproximación aptitudinal basada en la realización de tests.

 

5. LA ENTREVISTA

“La entrevista es una de las estrategias más utilizadas para obtener información en la investigación social. Permite recoger información sobre acontecimientos y aspectos subjetivos de las personas: creencias y actitudes, opiniones, valores o conocimiento, que de otra manera no estarían al alcance del investigador. Desde la percepción del propio sujeto, la entrevista añade una perspectiva interna que permite interpretar comportamientos, constituyendo una fuente de significado y complemento para el proceso de observación” (Del Rincón, Arnal, Latorre y Sans, 1995, p. 307).

La entrevista se utilizó como instrumento de recogida de datos, y como complemento de otros métodos, para obtener información que no se puede conseguir de otra forma y comprobar la certeza de la información obtenida anteriormente (según Kerlinger, 1975; en Del Rincón, Arnal, Latorre y Sans, 1995).

Nuestra entrevista se debe considerar no estructurada, ya que el esquema de preguntas y secuencia no estuvo prefijado y las preguntas son de carácter abierto. En función del grado de directividad, la entrevista se clasifica como semi-dirigida (De Ketele y Roegiers, 1995), entendiendo que se establecieron una lista de cuestiones o aspectos a ser explorados pero de forma espontánea e informal.

El muestreo fue realizado de forma opinática, ya que el investigador seleccionó a los expertos en el tema, tratando de representar diferentes puntos de vista, formación y desarrollo profesional. De esta forma, la entrevista estuvo formada por 6 entrenadores expertos y dos investigadores. Entre los entrenadores expertos se encontraban un seleccionador nacional senior, un seleccionador nacional de categorías inferiores, un responsable de cantera de un club A.C.B., el responsable del programa de detección de talentos de la F.E.B., un preparador físico de un club A.C.B. y una ex – jugadora a nivel internacional.

La entrevista en grupo tuvo una duración de 2 horas y 30 minutos, comenzando por una introducción con el objetivo de presentar a los componentes y explicar el propósito de la reunión, para pasar posteriormente al debate. El registro de la información se realizó mediante el registro de notas durante la entrevista realizado por el segundo entrevistador y la grabación de la entrevista mediante una grabadora SANYO, modelo nº TRC550M; y posterior trascripción completa de la entrevista.

 

5.1. Resultados y discusión de la entrevista

Al presentar los resultados, hemos decidido separarla por bloques temáticos en función de los temas discutidos. El orden de presentación no indica, en ningún momento, el orden de aparición en la discusión. Tratando de resumir los contenidos, presentaremos las conclusiones más importantes de cada tema

 

5.1.1. Consideración de jugador con talento

El primer tema en tratar, como introducción, fue la definición de talento. La cuestión en sí ya evidenció, desde el principio, la dificultad para definir el término, así como la ambigüedad con que se utiliza, ya que en ningún momento de la reunión se utiliza el término talento con un significado claro. A lo largo de la entrevista el significante talento, se utilizó con múltiples significados, identificando los siguientes significados: Creatividad-originalidad, jugador con posibilidades, jugador con físico, resolución de problemas, jugador con variedad de recursos técnicos.

Sin embargo, si se llegó a un acuerdo a la hora de definir al jugador con talento como aquél capaz de “leer el juego”, entenderlo, tomar decisiones y resolver diferentes situaciones de juego. Al mismo tiempo, relacionado con el mismo concepto de talento, surgieron otras dos ideas interesantes:

  1. La primera de ellas, es la idea de que el talento se puede aprender. Es más, se considera que es necesario introducir al jugador dentro de un programa de formación para desarrollar su talento
  2. La segunda cuestión relevante es que los entrenadores identifican diferentes tipos de talentos, en función de los diferentes puestos específicos que ocupe el jugador.

 

5.1.2. Fases de la detección de talentos

Los entrenadores coincidieron en afirmar que este es un proceso a largo plazo, y diferencian dos fases:

 

5.1.3. Cómo se detecta el talento. ¿En qué se fijan los entrenadores?

Para todos los participantes, es algo totalmente subjetivo, que no se puede cuantificar, aludiendo a detalles o aspectos no cuantificables y que implican observar durante mucho tiempo al jugador. A pesar de esto, aportan algunas cuestiones interesantes:

 

5.2. Conclusiones de la entrevista

Entre las conclusiones extraídas de la reunión presentamos las siguientes:

  1. Jugador con talento es aquél jugador que es capaz de “leer el juego”, entenderlo y tomar decisiones y resolver diferentes situaciones. El proceso de detección de talentos busca, a través de todo el proceso de formación del entrenamiento, formar jugadores y encontrar jugadores con esas características.

  2. El talento se forma, se puede aprender, se debe aprender. Hay que dejar al jugador desarrollar su talento, dejándole actuar donde más a gusto se encuentre y donde más resultado obtenga.

  3. El primer criterio a utilizar en la detección es el físico y, concretamente, la altura. De todas formas, el físico es una condición para seleccionar pero no indica que el jugador sea talentoso.

  4. La detección de talentos es subjetiva, muy difícil de cuantificar y no conviene cuantificarla

  5. Los ejes sobre los que se basa la detección son resolución de problemas, posibilidades de mejora o capacidad de aprendizaje y rendimiento.

  6. La competición debe ser usada como un criterio para detectar a los jugadores con talento. El jugador debe ser observado durante los entrenamientos y durante la competición.

  7. El entrenador juega un papel especialmente importante en todo este proceso. Es el encargado de detectar el talento, observar, desarrollar y formar ese talento. Luego es necesario mejorar su formación y su experiencia.

 

6. DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS DE AMBOS ESTUDIOS

Al analizar las conclusiones extraídas después de aplicar las dos técnicas de investigación utilizadas, observamos que los resultados son altamente atractivos, ya que, por encima de todo, debemos destacar la coherencia de los resultados obtenidos.

Al igual que ocurría en la revisión bibliográfica realizada, es evidente desde el principio, que los entrenadores, desde su experiencia, valoran por encima de todo la capacidad del jugador para comprender, percibir la situación y su capacidad de decisión en un medio variable y con oposición.

Es importante reseñar, el hecho de que esa búsqueda del talento no es una búsqueda aptitudinal, basada en la realización de tests, sino que la entienden como un proceso de observación sistemática del jugador en su contexto de actuación específico, el entrenamiento y la competición.

Del mismo modo, en el estudio se plantea claramente el hecho de que, en el baloncesto, el aspecto antropométrico, la altura, es importante, es una condición sine qua non para un jugador, pero no suficiente. La altura se considera un requisito previo, básico, pero no garante del talento.

Desde nuestro punto de vista, observamos que los entrenadores, además de apreciar el talento a partir de cómo resuelva el jugador las diferentes situaciones que se le planteen, ofrecen una visión del talento muy pareja al concepto de experto desarrollado por autores como Ericcson y cols. (1993) , Bloom (1985), Salmela (1996),…Realizamos esta afirmación en base a las respuestas obtenidas, fundamentándonos en la importancia que los entrenadores otorgan al entrenamiento, a la práctica (“el talento se forma se puede aprender, se debe aprender”).

Del mismo modo, es de destacar también la importancia que los entrenadores otorgan al deseo de aprender, al esfuerzo por mejorar realizado por los jugadores. Ese deseo de mejora y capacidad de esfuerzo se identifica rápidamente con el “deseo de excelencia”, defendido por tantos autores (Ruiz y Sánchez, 1997). No debemos olvidar, que en los resultados presentados, los entrenadores consideraban como aspectos más importantes para un jugador los aspectos psicológicos y los aspectos técnico-tácticos.

Por tanto, los entrenadores resaltan como aspectos importantes, aquellos puntos que diferencian al concepto de experto: entrenamiento o práctica deliberada y esfuerzo, compromiso o “deseo de excelencia”. Todo ello dentro de un contexto específico, el baloncesto, observando como resuelve el jugador las situaciones en competición.

Al mismo tiempo, también diferencian varios grados de talento, coincidiendo con los grados expuestos por la teoría de Ericcson (1993), que diferencia entre experto e ilustre (“eminent”).

Es importante también destacar el papel fundamental que otorgan los entrenadores a la capacidad de aprendizaje del jugador, siendo esta valoración absolutamente coherente con lo expresado anteriormente sobre el proceso de formación y estableciéndose una relación directa con el deseo por mejorar que debe presentar el jugador.

Pero debemos señalar, que los entrenadores plantean no se sitúan exclusivamente esa capacidad de aprendizaje en el terreno motriz o de ejecución, sino que también debe aplicarse en un conocimiento de las circunstancias del juego, relacionándolo con el concepto de conocimiento declarativo expresado en los estudios de autores como French y Thomas (1987).

De esta forma, podemos establecer los pilares básicos sobre los que los entrenadores asientan su observación de los futuros jugadores. Por un lado, tenemos la resolución de problemas basada en el conocimiento del juego, percepción de las situaciones y toma de decisión. Por otro lado, sitúan la capacidad de aprendizaje o de mejora del jugador así como su deseo por mejorar y, por último, la observación en la competición.

Es importante señalar también, que los entrenadores no consideran cuantificable el “talento” de un jugador e incluso desaconsejan esa aproximación. Para ellos, la detección debe ser subjetiva basada en un proceso continuo de observación del jugador a lo largo de toda su vida deportiva, coincidiendo con la propuesta realizada por autores como Lasierra y Escudero (1993).

Como conclusión final a su propuesta de metodología de observación, estos dos autores concluyen que “la evaluación de la creatividad debe realizarse a partir de la observación y del registro cuantitativo, pero con la necesidad de la interpretación y del análisis cualitativo de las conductas motrices para que nuestra valoración se asemeje a la realidad del juego. Los datos cuantitativos no aportan por sí mismos la dimensión total de lo observable en deportes de cooperación-oposición” (p. 87).

Esto sitúa a los entrenadores como personajes centrales del proceso de detección de talentos, realizando una observación participante. Es decir, al mismo tiempo que son los encargados de formar a los jugadores y de proponerles experiencias, asumen un papel de observador para ver como los jugadores van asumiendo las diferentes experiencias.

Por último, si comparamos las respuestas dadas por los entrenadores con el modelo establecido por Brill, para la detección de talentos en los deportes colectivos, podremos identificar claramente la similitud entre las fases establecidas por Brill y los entrenadores.

Brill (en Tschiene, 1989), plantea tres criterios para la detección y selección de talentos:

  1. El primer criterio de selección son los dotes de componente genético que se expresan en las características anatómicas y fisiológicas.

  2. El segundo criterio es su actitud y su talento para el juego en general, que se constituye de forma específica por un número complejo de habilidades y de capacidades que caracterizan la personalidad del jugador. No se trata tanto del nivel técnico (maestría, habilidad) y del repertorio táctico del joven jugador, cuanto de su capacidad de aprendizaje y de su habilidad en saber individualizar y usar con éxito y rapidez el comportamiento y la técnica motora específica.
  3. El tercer criterio es la habilidad específica en la actividad de juego. Este criterio considera siempre el género de las operaciones deportivas, es decir, la habilidad motora técnica y el repertorio táctico; siendo muy importante cuando se trata de seleccionar jugadores.

Comparando este modelo con las fases establecidas por los entrenadores, podemos establecer una clara analogía. De esta forma, encontramos un primer criterio de selección que son las dotes de componente genético, en nuestro caso la altura.

Un segundo criterio, que viene dado por la actitud para el juego. “No se trata tanto del nivel técnico…cuanto de su capacidad de aprendizaje y de su habilidad en saber usar con éxito y rapidez el comportamiento y la técnica motora específica… El entrenador puede observar este nivel a través del nivel intelectual y el pensamiento operativo”.

El tercer criterio viene dado por el repertorio técnico-táctico del jugador; mientras que en el último nivel sitúan la eficacia en los partidos.

 

7. CONCLUSIONES

En base a lo anteriormente expuesto, podemos aceptar que el conocimiento empírico de los entrenadores coincide con el conocimiento expresado por los investigadores, obteniendo las siguientes conclusiones:

  1. En baloncesto, el talento del jugador se entiende como la capacidad de éste para percibir, comprender correctamente las situaciones y tomar decisiones.

  2. La detección de talentos es entendida como un proceso de formación constante, en el que el entrenador asume un papel central, tanto en su vertiente activa como profesor, como en su vertiente de observador. Observación que se realiza tanto en los entrenamientos como en los partidos y a través de situaciones específicas. Al mismo tiempo esta observación, es considerada como el instrumento clave para la detección de jugadores.

  3. Los entrenadores valoran fundamentalmente el deseo de excelencia del jugador y su capacidad de aprendizaje o de evolución.

  4. El concepto de talento expresado por los entrenadores se identifica con el concepto de experto.

 

8. REFERENCIAS

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