Motricidad.European Journal of Human Movement, 2002:9, 141-161

MOTIVACIÓN Y ANSIEDAD EN JUGADORES DE TENIS

 

Cervelló E. (*); Santos-Rosa F.J.(**); Jiménez, R.(*);
Nerea, A.(*) y García T. (*)

*Facultad de Ciencias del Deporte. Universidad de Extremadura
** Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Sevilla


 

RESUMEN

Este estudio analiza desde la perspectiva social-cognitiva de las metas de logro como la orientación disposicional de los sujetos y la percepción del clima motivacional en los entrenamientos se relacionan con los diferentes componentes de la ansiedad estado precompetitiva (ansiedad cognitiva, ansiedad somática y autoconfianza) en tenistas de alto nivel. Para ello se utilizó un análisis de ecuaciones estructurales (SEM). Los resultados muestran que el clima motivacional que los tenistas perciben en los entrenamientos se relaciona con la orientación disposicional que estos presentan, así como existe una relación directa de influencia entre el clima motivacional orientado al ego y los componentes cognitivo y somático de la ansiedad. Por otra parte, los resultados muestran como la orientación disposicional al ego se muestra como predictor significativo y negativo de la ansiedad cognitiva y la orientación disposicional a la tarea predice la autoconfianza de forma positiva. Añadir además que los diferentes componentes de la ansiedad se relacionan significativamente entre sí, de forma positiva la ansiedad estado cognitiva y somática y éstas a su vez, negativamente con la autoconfianza.
PALABRAS CLAVE: Orientación disposicional, clima motivacional, ansiedad estado precompetitiva, tenis.

ABSTRACT

This work studied the "goals achievement theory;" how dispositional goal orientation and the perception of the motivational climate are related to the different components of competitive anxiety (cognitive anxiety, somatic anxiety and self-confidence) in high-level tennis players. To the accomplish this objective structural equation modelling was employed (SEM). The results show that perception of the motivational climate that tennis players perceive is related to dispositional goal orientation. Results also show positive relationships between perception of ego involving motivational climate and somatic and cognitive components of anxiety. On the other hand, results show that ego orientation is a negative predictor of cognitive anxiety. Finally, results show that task orientation is a positive and significant predictor of self-confidence.
KEY WORDS: Goal orientation, motivational climate, competitive state anxiety, tennis

 


 

1. INTRODUCCIÓN

La investigación efectuada en el campo de la ansiedad competitiva, ha mostrado que existen una serie de elementos tanto personales como situacionales relacionados con la aparición de la ansiedad previa en las competiciones. Este abordamiento del estudio de la ansiedad desde una aproximación cognitiva-afectiva, defiende que no sólo existen elementos personales relacionados con la aparición de ansiedad en los entornos de logro (tales como la ansiedad rasgo, la autoeficacia, las metas de logro, las expectativas previas, la edad-experiencia-nivel de habilidad y el género) sino que también que diferentes situaciones determinan los niveles de ansiedad previos a la competición deportiva, tales como el tipo de deporte y la complejidad de la tarea (Burton, 1998).

Esta visión de la ansiedad competitiva, también está presente en el modelo propuesto por Smith (1996), denominado “modelo de ansiedad en el rendimiento deportivo”, el cual nos confirma que las respuestas de los atletas al estado multidimensional de la ansiedad precompetitiva son una función de un proceso de evaluación cognitiva, siendo los factores situacionales y personales cruciales en este proceso de evaluación.

Además, la perspectiva cognitivo -afectiva del estudio de la ansiedad defiende que no podemos hablar del constructo ansiedad como una manifestación unidimensional, sino que debemos considerar la ansiedad como un constructo multidimensional, en el que se deben distinguir tanto aspectos somáticos como cognitivos (Davidson y Schwartz, 1976; Liebert y Morris, 1967; Martens, Burton, Vealey, Bump y Smith, 1990).

Así hablamos de varios componentes de la ansiedad como son la ansiedad cognitiva y la ansiedad somática, y hoy en día sabemos que ambas afectan al rendimiento deportivo de forma diferente (Krane, Joyce y Rafeld, 1994; Martens, Vealey y Burton, 1990).

El componente mental, denominado ansiedad cognitiva, en una situación deportiva comprende las expectativas y cogniciones negativas de éxito sobre uno mismo ante una situación, y su autoevaluación que puede originar cuatro tipos de consecuencias mentales negativas: a) preocupaciones y otros pensamientos negativos, b) imágenes desastrosas y otros problemas de autoevaluación imaginada, c) problemas de concentración y de mantener el foco de atención, d) problemas de control del cuerpo. Por otro lado, la ansiedad somática, el componente físico de la ansiedad, refleja percepciones sobre los elementos psicológicos y afectivos de la reacción de la ansiedad que desarrolla directamente el proceso automático arousal. Ésta se manifiesta en el sujeto con respuestas tales como un aumento de la frecuencia cardiaca, en la frecuencia respiratoria, cosquilleos en el estómago, manos sudorosas, sequedad en la boca y tensión en los músculos (Burton, 1998).

La premisa básica de una conceptualización multidimensional de la ansiedad estado es el hecho de que sus componentes son independientes porque tienen diferentes antecedentes, características temporales y consecuencias en la ejecución, en particular, influyen de forma distinta en el comportamiento ( Davidson y Schwartz, 1976; Gould, Petlichkoff, y Weinberg, 1984; Jones, 1995; Liebert y Morris, 1967; Martens, et al., 1990). Así, unas personas pueden responder primariamente con una respuesta de estrés consistente en un incremento de la ansiedad cognitiva y otras pueden tener como fuente estresora la ansiedad somática. De hecho, el mismo sujeto puede responder de forma diferente, según cual sea la situación.

A pesar de esta conceptualización de la independencia de los componentes de la ansiedad, la mayoría de los autores (Borkovec, 1976; Morris, Davis, Hutchings, 1981) reconocen que en la mayoría de las situaciones estresoras aparecen generalmente los dos tipos de ansiedad. Y uno de los patrones comunes que aparece en los deportistas momentos previos a la competición, consiste en un aumento de la ansiedad somática y niveles estables de ansiedad cognitiva y autoconfianza (Gould, Petlichkoff, y Weinberg, 1984; Martens, et al., 1990).

Otro avance significativo, en la comprensión de la naturaleza de la ansiedad competitiva, es la noción de “dirección” de ansiedad (Jones, 1991). Esto se refiere a como en una ejecución deportiva, el sujeto etiqueta la intensidad de los síntomas psicológicos y cognitivos que experimenta como facilitadores o obstaculizantes, así, Jones (1995) realiza una modificación del modelo de control de la ansiedad de Carver y Scheier (1988) con el fin de explicar los síntomas de la ansiedad. Según Jones, estos síntomas son percibidos como facilitadores o obstaculizantes dependiendo de la percepción de control que el atleta puede ejercer sobre el ambiente y sobre sí mismo, así como de su creencia de la capacidad de afrontar los problemas de ansiedad frente a la consecución de una meta.

El componente direccional de la ansiedad depende de diversos factores (Jones y Hanton, 2001): Antecedentes y patrones temporales de respuesta a la ansiedad (Hanton y Jones, 1997), la naturaleza de la competición deportiva (Hanton, Jones y Mullen, 2000), la ansiedad rasgo en función del sexo y habilidad del sujeto (Perry y Williams, 1998) y el uso de habilidades psicológicas (Fletcher y Hanton, en prensa).

En las dos últimas décadas, una de las aproximaciones que se ha venido utilizando para la comprensión de procesos motivacionales de los individuos ha sido la teoría social-cognitiva. El modelo cognitivo-social está construido sobre expectativas y valores que los individuos adjudican a diferentes metas y actividades de ejecución. Este modelo incluye varias mini-teorías, una de las más utilizadas en el deporte y el ejercicio para analizar la comprensión de las variables cognitivas, emocionales y conductuales relacionadas con el logro ha sido la perspectiva de las metas de logro (Ames, 1992; Nicholls, 1989). Y será este el marco teórico que empleemos en nuestra investigación, dado la gran repercusión y avance de esta teoría en el estudio de los procesos de ansiedad que tienen lugar en los deportistas ante una situación competitiva (Boyd, Challaghan y Yin, 1991; Grieve, Whelan, Kottke y Meyers, 1994; Hall y Kerr, 1997; Hall, Kerr y Matthews, 1998; Newton y Duda, 1995; Ntoumanis y Biddle, 1998; Papaionnaou, 1995; Vealey y Campbell, 1988; Vlachopoulos, Biddle y Fox, 1997; White y Zellner, 1996; Williams, 1998).

El entramado teórico alrededor del cual gira esta perspectiva de las metas de logro, es que las personas actúan movidas en los entornos de logro, tales como en el deporte, por la necesidad de mostrar competencia, y que la percepción subjetiva de éxito depende del criterio empleado para definir en qué consiste el éxito (Nicholls, 1989). De acuerdo con la perspectiva de las metas de logro, la adopción de uno u otro criterio de éxito está en función tanto de características personales como de aspectos sociales y situacionales, y la adopción de uno u otro criterio guarda relación con una serie de consecuencias tanto afectivas, como cognitivas y conductuales.

Dentro de las características personales, encontramos que existen dos orientaciones principales operando en los contextos de logro. Estas dos orientaciones se denominan orientación a la tarea y orientación al ego (Nicholls, 1989). Un deportista que presente una alta orientación a la tarea, juzga su competencia deportiva desde una perspectiva autorreferencial, sintiéndose exitosos cuando se consigue el dominio de la tarea que se está ejecutando. Por otra parte un sujeto que presenta una alta orientación al ego, juzga el éxito en función de la demostración de superior capacidad que los sujetos con los que está compitiendo.

Sin embargo, las orientaciones de meta personales no son las únicas responsables de las cogniciones, sentimientos y conductas que los deportistas presentan en los entornos de logro. La perspectiva de las metas de logro considera que la orientación de metas personal (ego y/o tarea), pueden ser moduladas e influidas por el entorno que percibe el sujeto (Ames, 1992; Cervelló, 1996; Nicholls, 1989). Por lo tanto, el clima motivacional o conjunto de señales implícitas o explícitas percibidas en el entorno, a través de las cuales se definen las claves del éxito y el fracaso, siendo denominado por Ames (1992) y Nicholls (1989, 1992) como clima competitivo y clima de maestría, pueden modular la concepción de lo que se considera habilidad (orientación disposicional) del sujeto.

Concretando el entramado teórico de las metas de logro, las orientaciones motivacionales de los sujetos (orientación al ego y orientación a la tarea), marcan la disposición individual hacia un tipo u otro de implicación, asumiendo que la implicación al ego o a la tarea se refiere al estado que el sujeto experimenta en cada situación particular. Siendo por lo tanto, el estado de implicación, el resultado de la interacción entre la disposición personal (orientación) y los factores determinantes del contexto en particular en que se encuentra el sujeto (clima motivacional). Según Dweck y Leggett (1988) las diferencias disposicionales en la perspectiva de meta determinan la probabilidad a priori de adoptar una meta concreta y de desplegar un patrón de conducta particular (estado de implicación), y los factores situacionales se suponen potencialmente alteradores de esta probabilidad.

De este modo, será la consistencia entre el clima motivacional percibido y las perspectivas de meta del sujeto, así como las características de la situación, lo que determinará la implicación al ego o a la tarea de sujeto en cada momento particular (Dweck y Leggett, 1988; Nicholls, 1989; Treasure y Roberts, 1995). Por ello también será necesario analizar este estado de implicación en cada situación particular (Goudas, Biddle, Fox y Underwood, 1995; Harwood y Swain, 1996; Swain y Harwood, 1996).

Ante una situación de ejecución, se espera que el sujeto valore su habilidad para ejecutar la tarea, y esta valoración afecta a la adaptatividad o desadaptatividad del esfuerzo de ejecución. Los patrones motivacionales adaptativos incluyen un conjunto de procesos cognitivos, metacognitivos y afectivos, son aquellas que aumentan la probabilidad de realizar una buena ejecución, caracterizadas por la búsqueda de desafíos, el uso de estrategias efectivas de aprendizaje, actitudes positivas hacia la actividad y por la persistencia efectiva frente al fracaso mediante el incremento del esfuerzo. Patrones típicos de sujetos implicados a la tarea. (Dweck, 1986), que perciben un clima de maestría (Ames, 1992; Ames y Archer, 1988; Ntoumanis y Biddle, 1999; Treasure y Roberts, 2001). Por otra parte, los patrones motivacionales desadaptativos son aquellos en los que el individuo evita los desafíos, atribuyen el fracaso a la falta de habilidad y reduce la persistencia ante la dificultad Son comunes de individuos implicados al ego (Roberts, 1984) y de percepciones de un clima competitivo (Ames y Archer, 1988; Cervelló y Santos-Rosa, 2001; Ntoumanis y Biddle, 1999; Treasure y Roberts, 2001).

Dado las evidencias empíricas de la existencia de relaciones entre las orientaciones disposicionales de los sujetos, el clima motivacional que perciben, y la ansiedad estado precompetitiva que muestran, numerosas investigaciones han analizado la relación entre la ansiedad competitiva y las orientaciones de metas personales, no existiendo un acuerdo en los resultados obtenidos.

Así, diferentes investigaciones (Boyd, Challaghan y Yin, 1991; Duda, Chi y Newton, 1990; Duda, Chi, Newton, Walling y Catley, 1995; Goudas, Biddle y Fox, 1994; Hall y Kerr, 1997; Hall, Kerr y Matthews, 1998; Newton y Duda, 1993; Vealey y Campbell, 1988) hallan algunos de los siguientes resultados: que sí existe relación entre la orientación disposicional de los sujetos y la ansiedad competitiva, es decir que la orientación motivacional al ego y la percepción de baja competencia se relaciona con la ansiedad (somática y cognitiva) mientras que la orientación motivacional a la tarea y la orientación motivacional al ego con alta percepción de capacidad se asocia negativamente con la ansiedad y positivamente con la autoconfianza, a diferencia de otros estudios en los que no se halla relaciones significativas entre la orientación disposicional de los sujetos y la ansiedad (Newton y Duda, 1995; Vlachopoulos, Biddle y Fox, 1997).

Diferentes argumentos han sido propuestos con el fin de explicar estas contradicciones. Entre ellos resaltar el papel que juega el clima motivacional y las características de situación particular (implicación) en la ansiedad estado competitiva, así como la interpretación de la dirección de la ansiedad (Duda et al, 1995; Martin y Gill, 1991; Noutmanis y Biddle, 1998).

Entre los estudios que analizan la influencia del clima motivacional en la ansiedad rasgo, destacamos los de Grieve, Whelan, Kottke, y Meyers (1994) y el de Papaionnaou (1995) que no obtienen ninguna relación. La explicación a estos resultados son las ya comentadas, es decir, la no consideración de la dirección, el hecho de que la ansiedad puede actuar tanto como obstaculizante como dinamizadora de la situación deportiva.

De entre las investigaciones que hayan abordado conjuntamente la orientación disposicional, la percepción del clima motivacional y la ansiedad estado competitiva, tan sólo tenemos conocimiento de los estudios de Ntoumanis y Biddle (1998), los cuales hallan una asociación entre la percepción del clima motivacional y la orientación motivacional, así como de esta orientación disposicional al ego con las percepciones facilitadoras de la ansiedad, sin hallar una relación directa entre el clima y la ansiedad, así como de la orientación a la tarea y los diferentes componentes de la ansiedad y el de Williams (1998), que tan sólo encuentran la primera asociación, incluyendo en su estudio una variable más de análisis: el estado de implicación del sujeto, aportando que los sujetos se encuentran más implicados a la tarea y reportan menor ansiedad estado cognitiva y somática, en la práctica deportiva que en situación de juego competitiva.

Así, el principal objetivo de este estudio, es el de analizar hasta que punto los diferentes componentes de la ansiedad precompetitiva (ansiedad somática, ansiedad cognitiva y autoconfianza) pueden ser predichas tanto por las orientaciones disposicionales como por la percepción del clima motivacional que el sujeto tiene en su deporte.

Dado los resultados obtenidos en estudios anteriores y los postulados de las teorías de metas, creemos que el clima motivacional percibido en los entrenamientos modula la orientación disposicional de los sujetos (el clima motivacional orientado a la tarea predecirá la orientación motivacional a la tarea y el clima motivacional orientado al ego predecirá la orientación al ego del sujeto), así como, sus orientaciones disposicionales influirán en cada uno de los componentes de la ansiedad.

 

2. MÉTODO.

2.1. Sujetos y procedimiento.

La muestra del estudio estuvo compuesta por 45 tenistas de competición de ambos sexos, con una media de edad de 12.83 (D.T.= 1.26) años de edad, pertenecientes a la comunidad extremeña.

Los cuestionarios se cumplimentaron en dos fases diferenciadas. En una primera fase, en una semana sin competición, los sujetos rellenaron los cuestionarios de orientación motivacional y percepción del clima motivacional en los entrenamientos. La segunda fase tenía lugar una semana con competición, de tal manera, que una hora antes de celebrarse dicha competición, los tenistas completaban el cuestionario de medida de la ansiedad precompetitiva.

2.2. Instrumentos de medida

Orientaciones de meta disposicionales (POSQ).

Para medir las orientaciones de meta disposicionales (criterios de éxito que adoptan los tenistas) se utilizó la versión en castellano de Cervelló, Escartí y Balagué (1999) del Cuestionario de Percepción de Éxito (POSQ) (Roberts y Balagué, 1991). Este cuestionario es una escala compuesta por 12 ítems, de los cuales 6 miden la Orientación a la tarea (p.e. “Al practicar deporte, siento que tengo éxito cuando alcanzo una meta”) y 6 miden la Orientación al ego (p.e. “Al practicar deporte, siento que tengo éxito cuando gano”)

Percepción del clima motivacional en el deporte (PMCSQ - 2).

Para medir la percepción de los deportistas del clima motivacional en el deporte se utilizó la versión traducida al castellano por Balaguer, Guivernau, Duda y Crespo (1997), del Perception of Motivational Climate in Sport Questionnaire: PMCSQ-2 (Newton y Duda, 1993). Este cuestionario es una escala compuesta por 24 ítems, los cuales constan de dos dimensiones (13 ítems que miden la percepción del clima motivacional orientado al ego y otros 11 la percepción del clima motivacional orientado a la tarea) que a su vez, se estructuran en 5 subescalas denominadas; 1) Aprendizaje cooperativo, 2) Esfuerzo/mejora, 3) Reconocimiento desigual, 4) Castigo por errores y 5) Rivalidad Intragrupo. Debido al reducido número de sujetos de la muestra, nosotros sólo hemos analizado las dimensiones de primer orden, o sea, la percepción de un clima motivacional orientado a la tarea y la percepción de un clima motivacional orientado al ego.

Ansiedad Estado Precompetitiva (CSAI-2).

Este cuestionario, diseñado por Martens, Burton, Vealey, Bump y Smith (1990) mide la ansiedad previa a la competición a través de tres dimensiones: 1) Ansiedad somática estado, 2) Ansiedad cognitiva estado y 3) Autoconfianza estado. Este cuestionario está compuesto por 27 ítems, 9 ítems miden cada uno de los componentes de la ansiedad.

En todos los cuestionarios, las respuestas a los ítems están reflejadas en una escala tipo Likert con un rango de respuesta de 0 a 100, en la que el 0 corresponde a totalmente en desacuerdo y el 100 a totalmente de acuerdo con la formulación de la pregunta.

 

3. RESULTADOS

3.1. Estadísticos descriptivos y análisis de fiabilidad.

En la Tabla 1 se presentan los coeficientes de fiabilidad de los cuestionarios empleados en el estudio (Percepción de Éxito (POSQ), Percepción del Clima Motivacional en el Deporte (PMCSQ-2) y Ansiedad Estado Precompetitiva, (CSAI-2) con el fin de comprobar la aceptable consistencia interna de los mismos. Al realizar este análisis se consideró necesario eliminar los siguientes ítems del CSAI-2: ítem 5 del componente ansiedad somática; ítems 19, 22 y 25 del componente ansiedad cognitiva; ítems 21, 24 y 27 del componente autoconfianza de la ansiedad, ya que disminuían la consistencia interna del cuestionario.

A continuación se calculó la media y la desviación típica. Así, podemos observar que las medias de los factores muestran que nuestros deportistas presentan una alta orientación a la tarea y moderada orientación al ego, perciben en el entorno deportivo un clima motivacional preferentemente orientado hacia la tarea y presentan mayores niveles de autoconfianza que de ansiedad cognitiva y somática.

Tabla 1. Estadísticos descriptivos y Coeficiente de consistencia interna del POSQ, PMCSQ-2 y del CSAI-2.

 

3.2. Análisis de ecuaciones estructurales.

Para analizar las relaciones entre el clima motivacional contextual, las orientaciones de meta y el estado de ansiedad precompetitiva, se utilizó un modelo de ecuaciones estructurales (Structural Equation Modelling: SEM), la versión 4.0 del programa AMOS. La ventaja de este procedimiento estadístico, es que permite testar modelos teóricos incluyendo todas las variables dentro de una misma ecuación de regresión. A su vez, este cálculo de ecuaciones estructurales muestra una serie de coeficientes (índices fit) que permiten comprobar la bondad o semejanza del modelo teórico propuesto con los datos empíricos. Entre ellos se analizaron el valor de Chi cuadrado ( c2), que indica el parecido de las covarianzas observadas con aquellas que se encuentran en el modelo hipotético. Valores no significativos de este índice indican una correspondencia aceptable entre el modelo propuesto y los datos. El índice CFI (Comparative Fit Index), que toma valores entre 0 y 1, es otro de los índices fit más empleados para contrastar la validez del modelo, valores superiores a .90 son considerados como aceptables (Bentler, 1995). Por último, se completó el grupo de índices fit con el RMSEA (Root Mean Square Error of Approximation). Valores de RMSEA por debajo de .08, son considerados como aceptables, indicando además que no se debe aceptar nunca ningún modelo con valores superiores a .1 (Browne y Cudeck, 1993).

En el modelo teórico propuesto se consideró el clima motivacional percibido en los entrenamientos se asociaba la orientación disposicional de los sujetos (el clima motivacional orientado a la tarea predecía la orientación motivacional a la tarea y el clima motivacional orientado al ego predecía la orientación al ego del sujeto), así como, las orientaciones disposicionales de los sujetos predecían cada uno de los componentes de la ansiedad (ansiedad estado cognitiva y somática, y autoconfianza). (Ver fig. 1).

Fig 1. Modelo propuesto de relaciones entre el clima motivacional percibido en los entrenamientos, la orientación disposicional y la ansiedad estado precompetitiva.

 

La visión de los índices de bondad de modelo propuesto mostraron que éste no se ajustaba en su totalidad a los datos empíricos, ya que el error de aproximación sobrepasaba los valores máximos admisibles (Browne y Cudeck, 1993); ( [c2 (9 )=16.079; p=.065; CFI=.991; RMSEA= .139], por lo que se calcularon diversos índices de modificación al objeto de observar la posible mejora del modelo.

Los índices de modificación calculados mostraron que la bondad del modelo se incrementaba generosamente si se incluían relaciones directas desde el clima motivacional orientado al ego a la ansiedad cognitiva. (Ver fig. 2).

Fig. 2. Modelo final de relaciones entre el clima motivacional percibido en los entrenamientos, la orientación disposicional y la ansiedad estado precompetitiva. Todos los pesos de regresión son significativos al nivel p<.05.

 

Los resultados del nuevo modelo mostraron que efectivamente, este modelo si alcanzaba una alta significación estadística [χ2 (11 ) = 9.084; p=.614; CFI=1.00; RMSEA=.00] por lo que se aceptó el modelo presentado en la fig. 2. Como se aprecia este modelo contempla que existen relaciones significativas de influencia directa de los climas motivacionales orientados al ego y a la tarea hacia las orientaciones disposicionales orientada al ego y a la tarea respectivamente. También aparece una influencia directa del clima motivacional orientado al ego hacia la ansiedad cognitiva, sin existir más relaciones significativas de influencia directa de los climas motivacionales con el resto de los componentes de la ansiedad, sólo reciben alguna influencia indirecta por medio de las orientaciones disposicionales. Así, podemos observar, que la orientación disposicional orientada al ego del sujeto se muestra como predictor significativo de la ansiedad cognitiva y la orientación disposicional orientada a la tarea predice significativamente la autoconfianza, sin hallar más relaciones significativas entre las orientaciones motivacionales y el resto de los componentes de la ansiedad estado. Por último, comprobamos que los diferentes componentes de la ansiedad se relacionan significativamente entre sí, de forma positiva la ansiedad estado cognitiva y somática y éstas a su vez, negativamente con la autoconfianza.

 

4. DISCUSIÓN.

A través de este trabajo, hemos tratado de realizar un análisis de la aparición de la ansiedad estado en situación precompetitiva en jugadores de tenis de alto nivel deportivo, desde la perspectiva de las metas de logro, analizando la influencia del clima motivacional percibido por los sujetos en los entrenamientos y las orientaciones disposicionales de los mismos sobre cada uno de los componentes de la ansiedad.

En lo referente a la primera hipótesis, el clima motivacional percibido por los jugadores en los entrenamientos se muestra como predictor de la orientación disposicional de los mismos. Esto está en consonancia con los postulados de la teoría de metas, así como con los resultados obtenidos en diferentes estudios, tanto en el ámbito deportivo (Escartí, Roberts, Cervelló y Guzmán, 1999; Ommundsen, Roberts, y Kavussannu, 1998; Pensgaard y Roberts, 2000; Seifriz, Duda y Chi, 1992; Whitehead y Andreé, 1997; Williams, 1994) como en el ámbito educativo (Ames, 1992; Ames y Ames 1984; Ames y Archer, 1988; Cervelló y Santos-Rosa, 2000; Duda y Nicholls, 1992; Goudas y Biddle, 1994; Jagacinski y Nicholls, 1984; Papaioannou y Theodorakis, 1996), ya que cuando los sujetos perciben en los entrenamientos un clima motivacional orientado a la tarea tienden a mostrar una mayor orientación a la tarea, o lo que es lo mismo, tienden a considerar que el éxito consiste en mostrar dominio de la tarea, en mejorar, en esforzarse para conseguir los objetivos planteados, porque éstas son las claves que perciben de su entrenador. Así mismo, la percepción de un clima motivacional orientado al ego se relaciona positivamente con una mayor orientación al ego, ya que el jugador percibe a través de las claves que transmite su entrenador, que el criterio de conseguir éxito en tenis consiste en demostrar mayor capacidad que los demás. Y como no, en estudios referentes a la ansiedad competitiva, Ntoumanis y Biddle (1998), también encuentran estos resultados, aunque (Williams, 1998), sólo halla la primera relación expuesta, sin encontrar ninguna asociación entre la percepción del clima orientado al ego y la orientación al ego. Comprobándose así, una vez más, la importancia que tienen las claves de éxito o fracaso que transmite los entrenadores a sus jugadores, ya que influirán de forma notable sobre sus orientaciones disposicionales.

Otro resultado importante y novedoso obtenido en la presente investigación, es la influencia directa del clima motivacional orientado al ego sobre el componente cognitivo y somático de la ansiedad estado, de forma que a mayor percepción del clima orientado al ego el tenista percibe mayor ansiedad cognitiva y somática. Esto se contrapone a lo hallado en el estudio de Ntoumanis y Biddle (1998), ya ellos no encuentran la influencia directa, aunque sí aparece como planteamiento en sus hipótesis. Resulta evidente pensar que cuando las demandas del entorno premian aspectos relativos a la comparación social, el criterio de éxito está fundamentado en la demostración de mayor competencia que los rivales, por lo tanto la falta de control sobre la situación aumenta, así como la incertidumbre sobre el dominio de la situación de juego, apareciendo ansiedad estado cognitiva y somática en el tenista.

Otra de las contribuciones relevantes del estudio es la influencia significativa que ejerce la orientación al ego sobre la predicción de la ansiedad cognitiva y la orientación a la tarea sobre la autoconfianza, conclusiones también halladas por Hall, Kerr y Matthews (1998). Lo curioso y lo contradictorio de este resultado, con lo comentado en el párrafo anterior, es la relación negativa entre la orientación al ego y la ansiedad cognitiva, sin encontrar relaciones significativas con el otro componente de la ansiedad, ansiedad somática. Esto podría explicarse por el hecho de que nuestra muestra está formada por tenistas de alto grado de experiencia y niveles deportivos, y trabajos con estas características en la muestra han encontrado que estos jugadores además de estar orientados a la tarea, utilizan la comparación con otros como fuentes a través de las cuales juzgan su competencia deportiva (Nicholls, 1989; Stenberg y Hasbrook, 1987), creemos que serán jugadores con gran nivel de habilidad deportiva, que dominan la situación, produciéndose una disminución en los niveles de ansiedad cognitiva porque los recursos que el sujeto cree tener son mayores que los que la situación le demanda (Martens, 1977). Por otra parte, este resultado se puede interpretar considerando que el aspecto somático y el cognitivo de la ansiedad estado, no siempre deben ser considerados como negativos, sino más bien la interpretación cognitiva que el sujeto hace de estos dos componentes de la ansiedad, lo que provoque que la ansiedad estado actúe de forma dinamizante o de forma obstaculizante en el rendimiento deportivo. Nos referimos a la importancia de considerar no sólo los aspectos intensivos sino también direccionales en la aparición de la ansiedad. Características primordiales de la ansiedad destacadas en los trabajos ya comentados (Jones y Hanton, 1996; Jones y Hanton, 2001; Swain y Jones, 1992). Para concluir este punto, asentimos el hecho teórico y empírico de las metas de logro, ya que a mayor orientación motivacional a la tarea el sujeto se preocupará más por dominio de la tarea, por el proceso de mejora, utilizando criterios autorreferenciales y mostrando un control de la situación así como niveles de autoconfianza elevada en la situación competitiva, tal y como muestran los deportistas de nuestra muestra. Niveles de autoconfianza que pudieran mostrar como la dirección de la ansiedad cognitiva actúa como síntoma que facilita el control de la situación competitiva, resultados hallados en diversos estudios (Carver y Scheier, 1988; Jones y Hanton, 1996; Jones y Hanton, 2001; Hanton y Connaughton, en prensa).

Por último, resaltar que los diferentes componentes de la ansiedad se relacionan significativamente entre sí, de forma positiva la ansiedad estado cognitiva y somática y éstas a su vez, negativamente con la autoconfianza. Datos lógicos, por las características de la ansiedad ya comentadas, ya que la orientación a la tarea se relaciona positivamente y en cierta manera predice la autoconfianza previa a la competición, relacionándose además de forma negativa con la ansiedad somática y cognitiva precompetitiva, y éstas entre sí positivamente. Ratificándose así el modelo de ansiedad multidimensional propuesto por Martens, et. al. (1990).

Recordar además, que estamos hablando de un deporte individual, donde el componente cognitivo toma gran importancia, resaltando como decía Burton (1998) y Martens, et al. (1990), los patrones característicos del deporte además de las diferencias individuales y situacionales que pueden originar el modelo de ansiedad en esta muestra de tenistas. Quizás ésta sea la razón de los moderados niveles de ansiedad somática que muestran nuestros jugadores momentos antes de la competición, junto a niveles aún mayores de ansiedad cognitiva, dado la importancia de este componente en el tenis, y los altos niveles de autoconfianza que muestran, dado las características de los jugadores, que son tenistas involucrados en programas de entrenamiento orientados al alto rendimiento, por lo que es de suponer que poseen alto grado de habilidad.

Como conclusión final afirmar que nuestro estudio ha mostrado los componentes de la ansiedad estado precompetitiva se relacionan con aspectos tanto personales como contextuales, considerando además la importancia de incluir en futuros estudios, la medición de la direccionalidad de la ansiedad así como el estado de implicación de los jugadores en competición, a través de medidas evocadas, dado los resultados obtenidos en recientes investigaciones del estado de implicación (Williams, 1998) del estudio conjunto de variables disposicionales, contextuales y situacionales para predecir la respuesta de ansiedad de los jugadores ante una situación competitiva.

 

REFERENCIAS

Ames, C. (1992). “Achievement goals, motivational climate and motivational processes”. En G.C. Roberts (Ed.), Motivation in sport and exercise (pp. 161176). Champaign, IL: Human Kinetics.

Ames, C., y Ames, R. (1984). Systems of student and teacher motivation: Towards a qualitative definition. Journal of Educational Psychology, 76, 535-556.

Ames, C., y Archer, J. (1988). Achievement goals in the classroom: Student’s learning strategies an motivation processes. Journal of Educational Psychology, 80, 260-267.

Balaguer, I., Guivernau, M.., Duda, J.L., y Crespo M. (1997). Análisis de la validez de constructo y de la validez predictiva del cuestionario de clima motivacional percibido en el deporte (PMCSQ-2) con tenistas españoles de competición. Revista de Psicología del Deporte, 11, 41-57.

Bentler, P.M. (1995). EQS Structural Equation Program Manual. Los Ángeles, CA: BMDP Statistical Software.

Borkovec, T.D. (1976). Physiological y cognitive process in the regulation of anxiety. In G. Schwart y D. Shapiro (Eds.), Consciousness and self-regulation: Advances in research (Vol. 1, pp.261-312). New York: Plemen Press.

Boyd, M., Challaghan, J., y Yin, Z. (1991). Ego-involvement and low competence in sport as source of competitive trait anxiety. Paper presented at the meeting of the North American Society for the Psychology of Sport and Physical Activity, Asilomar, CA.

Browne, M.W., y Cudeck, R. (1993). Alternative ways of assessing model fit. En K.A. Bollen y J.S. Long (Eds). Testing Structural Equation Models, (pp. 136-162). Newbury Park, C.A: Sage.

Burton, D. (1998). Measuring competitive state anxiety. En J.L. Duda (Ed.), Advances in Sport and exercise Psychology Measurement (pp.129-148). Morgantown: Fitness Information Technology.

Carver, C.S., y Scheier, M.F. (1988). A control-process perspective on anxiety. Anxiety Research, 1, 17-22.

Cervelló, E. (1996). La motivación y el abandono deportivo desde la perspectiva de las metas de logro. Tesis doctoral. Valencia. Universidad de Valencia.

Cervelló, E., Escartí, A., y Balagué, G. (1999). Relaciones entre la orientación de meta disposicional y la satisfacción con los resultados deportivos, las creencias sobre las causas de éxito en deporte y la diversión con la práctica deportiva. Revista de Psicología de la Actividad Física y Deporte, vol. 8, 1, 7-19.

Cervelló, E., y Santos-Rosa, F.J. (2000). “Motivación en las clases de Educación Física: un estudio de la perspectiva de las metas de logro en el contexto educativo. Revista de Psicología del Deporte, 9, 1-2, 51-70.

Cervelló, E., y Santos-Rosa, F.J. (2001). Motivation in Sport: An achievement goal perspective in Spanish recreational athletes. Perceptual and Motor Skills, 92, 527-534.

Davidson, R.J., y Schwartz, G.E. (1976). The psychobiology of relaxation and related states: A multi-process theory. In D. Mostofsky (Ed.), Behavioural control and modification of physiological activity (pp.399-442). Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall.

Duda, J.L., Chi, L., Newton, M. (1990). Psychometric characteristics of the TEOSQ. Paper presented at the North American Society for the Psychology of Sport and Physical Activity, University of Houston, TX.

Duda, J.L., Chi, L., Newton, M., Walling, M.D., y Catley, D. (1995). Task and ego orientation and intrinsic motivation sport. International Journal of Sport Psychology, 26, 40-63.

Duda, J.L., y Nicholls, J.G. (1992). Dimensions of achievement motivation in schoolwork and sport. Journal of Educational Psychology, 84, 290-299.

Dweck, C.S., y Leggett, E.L. (1988). A social-cognitive approach to motivation and personality. Psychological Review, 95, 256-273.

Escartí, A., Roberts, G.C., Cervelló, E.M., y Guzmán, J.F. (1999). Adolescent, goal orientations and the perceptions of criteria of success used by significant others. International Journal of Sport and Exercise Psychology, 30, 309 324.

Fletcher, D., y Hanton, S. (en prensa). The relationship between psychological skills usage and competitive anxiety responses. Psychology of Sport and Exercise.

Goudas, M. y Biddle, S. (1994). Perceived motivational climate and intrinsic motivation in school physical education classes. European Journal of Psychology of Education, 9, 241 - 250.

Goudas, M., Biddle, S., y Fox, K. (1994). Achievement goal orientations and intrinsic motivation in physical fitness testing with children. Pediatric Exercise Science, 6, 159-167.

Goudas, M., Biddle, S.J.H., Fox, K.R., y Underwood, M. (1995). It ain’t what you do, it’s the way that you do it! Teaching style affects children motivation in track and field lessons. The Sport Psychologist, 9, 254-264.

Gould, D., Petlichkoff, L., y Weinberg, R.S. (1984). Antecedents of temporal changes in, and relationships between CSAI-2 subcomponents. Journal of Sport Psychology, 6, 289 - 304.

Grieve, F.G., Whelan, J.P., Kottke, R., y Meyers, A. W. (1994). Manipulating adults’ achievement goals in a sport task: Effects on cognitive, affective and behavioural variables. Journal of Sport Behaviour, 17, 227-245.

Hall, H.K, y Kerr, A.W. (1997). Motivational antecedents of precompetitive anxiety in youth sport. The Sport Psychologist, 11, 24-42.

Hall, H.K., Kerr, A.W., y Matthew, J. (1998). Precompetitive anxiety in sport: The contribution of achievement goals and perfectionism. Journal of Sport and Exercise Psychology, 20, 2, 194-217.

Hanton, S., Jones, G., y Mullen, R. (2000). Intensity and direction of competitive anxiety as interpreted by rugby players and rifle shooters. . Perceptual and Motor Skill, 90, 513-521.

Hanton, S., y Connaughton, D. (en prensa). Perceived control of anxiety symptoms and its relationship to self-confidence. Research Quarterly for Exercise and Sport.

Hanton, S., y Jones, G. (1997). Antecedents of intensity and direction dimensions of competitive anxiety as a function of skill. Psychological Reports, 81, 11391147.

Harwood, C.G., y Swain, A.J.B. (1996). An interactionist examination of the antecedents of pre-competitive achievement goals within national tennis players. Journal of Sport Sciences, 15, 85-86.

Jagacinski, C.M., y Nicholls, J.G. (1984). Conceptions of effort and ability and related effects in mastery involvement and comparative involvement. Journal of Educational Psychology, 15, 290- 299.

Jones, G. (1991). Recent developments and current issues in competitive state anxiety research. The Psychologist, 4, 152-155.

Jones, G. (1995). More than just a game: Research developments and issues in competitive anxiety in sport. British Journal of Psychologist, 86, 449-478.

Jones, G., y Hanton, S. (1996). Interpretation of competitive anxiety symptoms and goal attainment expectancies. Journal of Sport and Exercise Psychology, 18, 144157.

Jones, G., y Hanton, S. (2001). Pre-competitive feeling states and directional anxiety interpretations. Journal of Sports Sciences, 19, 385-395.

Krane, V., Joyce, D., y Rafeld, J. (1994). Anxiety, situation criticality, and collegiate softball performance. The Sport Psychologist, 8, 58-72.

Liebert, R.M., y Morris, L.W. (1967). Cognitive and emotional components of test anxiety: A distinction and some initial data. Psychologist Reports, 20, 975978.

Martens, R. (1977). Sport competition anxiety test. Champaign, IL: Human Kinetics. Martens, R., Burton, D., Vealey, R.S., Bump, L.A., y Smith, D.E. (1990). Development and validation of the Competitive State Anxiety Inventory -2 (CSAI-2). In R. Martens. R.S. Vealey, y D. Burton, Competitive anxiety in sport (pp. 117-190). Champaign, IL: Human Kinetics.

Martens, R., Vealey, R.S., y Burton; D. (1990). Competitive Anxiety in Sport. Champaign, IL: Human Kinetics. Martin, J.J., y Gill, D.L. (1991). The relationships among competitive orientation, sport-confidence, self-efficacy, anxiety, and performance. Journal of Sport and Exercise Psychology, 73, 541-555.

Morris, L.W., Davis, D., y Hutchings, C. (1981). Cognitive and emotional components of anxiety: Literature review and revised worry-emotionally scale. Journal of Educational Psychology, 73, 541-555.

Newton, M., y Duda, J.L. (1993). Elite adolescent athletes’ achievement goals and beliefs concerning success in tennis. Journal of Sport and Exercise Psychology, 15, 437-448.

Newton, M., y Duda, J.L. (1995). Relations of goal orientations and expectations on multidimensional state anxiety. Perceptual and Motor Skill, 81, 1107-1112.

Nicholls, J.G. (1989). The competitive ethos and democratic education. Cambridge, MASS: Harvard University Press.

Noutmanis, N., y Biddle, S. (1998). The relationship between competitive anxiety, achievement goals, and motivational climates. Research Quarterly for Exercise and Sport, vol. 69, 2, 176-187.

Ntoumanis, N., y Biddle, S.J.H., (1999). A review of motivational climate in physical activity. Journal of Sport Sciences, 17, 643 - 665.

Ommundsen, Y., Roberts, G.C., y Kavussanu, M. (1998). Perceived motivational climate and cognitive correlates among Norwegian athletes. Journal of Sport Sciences, 16, 153-164.

Papaioannou, A., y Theodorakis, Y. (1996). A test of three models for the prediction of intention for participation in physical education lessons. International Journal of Sport and Exercise Psychology, 27, 383 - 399.

Papaionnaou, A. (1995). Differential perceptual and motivational patterns when different goals are adopted. Journal of Sport and Exercise Psychology, 17, 18-34.

Pensgaard, A.M., y Roberts, G.C. (2000). The relationship between motivational climate, perceived ability and sources of distress among elite athletes. Journal of Sports Sciences, 18, 191-200.

Perry, J.D., y Williams, J.M. (1998). Relationship of intensity and direction of competitive trait anxiety to skill level and gender in tennis. The Sport Psychologist, 12, 169-179.

Roberts, G.C. (1984). Achievement Motivation in children’s sport. En J.G. Nicholls (Ed.), Advances in motivation and achievement: Vol. 3. The development of achievement and motivation (pp. 251-281). Greenwich, CT: JAI Press.

Roberts, G.C., y Balagué, G. (1991). The development and validation of the Perception of Success Questionnaire. Paper presented at the FEPSAC Congress, Cologne, Germany.

Seifriz, J., Duda, J.L., y Chi, L. (1992). The relationship of perceived motivational climate to intrinsic motivation and beliefs about success in basketball. Journal of Sport and Exercise Psychology, 14, 375-391.

Smith, R. (1996). Performance anxiety, cognitive interference, and concentration enhancement strategies in sports. In I.G. Pierce, y B.R. Sarason (Eds.) Cognitive interference: Theories, methods, and findings (pp. 261-283). Mahwah, N.J: Erbaum.

Stenberg, T.H., y Hasbrook, C.A. (1987). Psychological characteristics and the criteria children’s use for self-evaluation. Journal of Sport Psychology, 9, 208-221. Swain, A., y Jones, J.G. (1992). Intensity and frequency dimensions of competitive state anxiety. Journal of Sport Sciences, 11, 533-542. Swain, A.B.J., y Harwood, C.G. (1996). Antecedents of state goals in age-group swimmers: An interactionist approach. Journal of Sport Sciences, 14, 111-124.

Treasure, D.C., y Roberts, G.C. (1995). Applications of achievement goal theory to physical education: Implications for enhancing motivation. Manuscrito sin publicar.

Treasure, D.C., y Roberts, G.C. (2001). Students’ perceptions of the motivational climate, achievement beliefs, and satisfaction in physical education. Research Quarterly of Exercise and Sport, 72, 165-175.

Vealey, R.S., y Campbell, J.L. (1988). Achievement goals of adolescent skaters impact on self-confidence, anxiety, and performance. Journal of Adolescent Research, 3, 227-243.

Vlachopoulos, S., Biddle, S.J.H., y Fox, K. (1997). Determinants of emotion in children’s physical activity: A test of goal perspectives and attribution theories. Pediatric Exercise Science, 9, 65-79.

White, S.A., y Zellner, S.R. (1996). The relationship between goal orientation, beliefs about the causes of sport success, and trait anxiety among high school, intercollegiate, and recreational sport participants. The Sport Psychologist, 10, 58-72

Whitehead, J., y Andree, K.V. (1997). Interactive effects of dispositional and situational goals and perceived ability on intrinsic motivation in young athletes. Journal of Sport Sciences, 15, 110-111.

Williams, L. (1994). Goal orientations and athletes’ preferences for competence information sources. Journal of Sport and Exercise Psychology, 16, 416-430.

Williams, L. (1998). Contextual influences and goal perspectives among female youth sport participants. Research Quarterly for Exercise and Sport, 69, 47-57.