Motricidad.European Journal of Human Movement, 2000:6, 123-139
INFLUENCIA DEL ESFUERZO FÍSICO ANAERÓBICO EN LA VISIÓN
PERIFÉRICA VERTICAL Y HORIZONTAL
Arteaga, M. Cárdenas, D. & Delgado, M.
Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Jaén
Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Universidad de Granada
RESUMEN
Parece haber una tendencia generalizada a considerar que el rendimiento deportivo disminuye en la medida en que los deportistas acumulan fatiga; sin embargo existen pocas evidencias empíricas que indiquen que la función visual se vea perjudicada por este motivo. En algunos deportes es necesario observar estímulos en zonas periféricas a la visión central. En el presente estudio se pretende analizar la influencia de los esfuerzos anaeeróbicos sobre la Visión Periférica (vertical y horizontal). Se utilizó un diseño intrasujeto A-(B1,B2)-A con catorce replicaciones. Se realizaron mediciones de los parámetros visuales: Visión Periférica Vertical y Visión Periférica Horizontal en diferentes condiciones de fatiga para analizar la posible influencia negativa que pudiera ejercer ésta sobre la capacidad visual de los sujetos. Los resultados permiten afirmar que la fatiga debida a esfuerzos de tipo anaeróbico no producen un perjuicio sobre las habilidades visuales estudiadas.
PALABRAS CLAVE: Visión Periférica , fatiga, esfuerzo anaeróbico, habilidades visuales.
ABSTRACT
There now seems to be a generalized tendency to consider that sporting performance declines as the sportsperson becomes fatigued. However, there is little empirical evidence to show that this adversely affects visual function. In some sports it is necessary to see stimuli in zones peripheral to central vision. The aim of this study is to analyze the influence of anaerobic exertion on vertical and horizontal Peripheral Vision. An intra-subject design was used with 14 replications. The visual parameters of Vertical Peripheral Vision and Horizontal Peripheral Vision were measured in different fatigue conditions to analyze the possible negative influence which this could exert on the subject’s visual capacity. The results show that fatigue due to anaerobic effort does not harm the visual abilities studied.
KEY WORDS: Peripheral Vision, Fatigue, Anaerobic exertion, Visual abilities
De manera genérica, se ha dado por supuesta la hipótesis de que la fatiga ocasionada por la realización del esfuerzo físico produce modificaciones negativas de las habilidades visuales (Martin, 1987; Pinaud, (1993); Quevedo y Solé, (1990); Alvarez del Villar, 1985; Grosser y Neumaier, 1986; López, (1993); Moras, (1994). Esta hipótesis ha sido hasta nuestros días poco constrastada experimentalmente, ubicándose en este ámbito de estudio el presente trabajo.
En el presente estudio se pretende descubrir la posible influencia que pueda ejercer la fatiga provocada por el ejercicio físico de tipo anaeróbico, sobre la capacidad visual del sujeto, y más concretamente, sobre los parámetros visuales: Visión Periférica Vertical y Horizontal.
MÉTODOEl estudio se llevó a cabo en las instalaciones de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad de Granada. Se utilizó el laboratorio "1", en el que se realizan trabajos para la valoración biológica del esfuerzo.
SUJETOS
La muestra de sujetos participantes en esta investigación estuvo constituida por alumnos de los distintos cursos de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte con edades que oscilaban entre los 18 y los 35 años, cinco de ellos eran del sexo femenino y diez del sexo masculino. Todos ellos se ofrecieron voluntarios presentando su conformidad por escrito como es preceptivo en estos casos.
Ninguno de ellos padecía anomalía visual alguna. En algunos casos las anomalías encontradas como Miopías o Astigmatismo, estaban debidamente corregidas.
INSTRUMENTAL Y APARATOS MÁS DESTACABLES
Perímetro marca Lafayette Instrument C.O, no. 47903. Indiana.
Bicicleta ergométrica Ergoline 900 (D-7474 bitz), de freno electromagnético.
Analizador de gases CPX de Medical Gaphics Corporation, St. Paul. Minnesota.
Medidor de FC Polar Avantage XL, Heart Rate Monitor Sport Tester 4000, Polar.
DISEÑO
El diseño utilizado ha sido un diseño intrasujeto A-(B1,B2)-A, realizado a 15 sujetos, por lo que cuenta con 14 replicaciones. La variable independiente tiene dos niveles, y se aplica un nivel a continuación del otro en cada sesión. Se realiza de este modo, para anular la posibilidad de contaminación provocada por las adaptaciones morfofuncionales de los sujetos experimentales al número de sesiones de entrenamiento, que aparecerían en el estudio si se separase la aplicación de cada nivel de la variable independiente en los tratamientos.
Si se separase la aplicación del nivel 1 de la variable independiente, del nivel 2, provocaríamos un aumento en el número de veces que cada sujeto tiene que realizar la prueba de esfuerzo. Esta circunstancia, influiría negativamente en el estudio, produciendo en los sujetos una adaptación a las cargas con las que está realizando el trabajo, y de ese modo, transformando y aumentando el punto en el que se encuentra su umbral anaeróbico (Platonov, 1991; López Chicharro y Legido, 1991). Si los sujetos trabajasen habiéndose producido esa adaptación, lo estarían haciendo por debajo de la intensidad requerida en el protocolo de la prueba. Para eliminarlo, se utiliza la aplicación del nivel 1 de la variable independiente como parte inicial de la aplicación del nivel 2 de dicha variable, reduciendo el número de veces total que los sujetos deben realizar la prueba de esfuerzo y limitando la posibilidad de que se produzcan adaptaciones que puedan influir en el protocolo.
DEFINICIÓN DE LAS VARIABLES
VARIABLE DEPENDIENTE
El rendimiento de la capacidad perceptiva visual valorado a través del parámetro visual de Visión periférica, en sus ejes vertical y horizontal.
Esfuerzo físico con implicaciones predominantes de los metabolismos energéticos anaeróbico aláctico y anaeróbico láctico (ver apartado de procedimiento). Nivel 2.-(B2)
Esfuerzo físico con implicaciones predominantes de los metabolismos energéticos anaeróbicos aláctico y anaeróbico láctico sumado al protocolo del nivel 1 de la variable independiente y realizado en los mismos términos de exigencia. (B2=B1+B1)
PROCEDIMIENTO ESTRUCTURA GENERAL DEL PROCESO
El conjunto de sesiones que se exponen a continuación, fue seguido individualmente por cada uno de los sujetos: Valoración inicial: Umbral Anaeróbico (1 sesión) VO2 Máx. Línea base de parámetros visuales: 6 sesiones con una separación de 2 días entre una y otra. Tratamiento: 6 sesiones con una recuperación de al menos 48 horas entre una y otra. Retorno a la línea base: 4 sesiones con una separación de 2 días entre una y otra. La periodicidad de las pruebas se controló para mantener los procesos de recuperación adecuados. TEST DE ESFUERZO En cuanto a los test de "Esfuerzo", detallaremos el de valoración del consumo máximo de oxígeno (VO2max) y de los Umbrales ventilatorios, realizado al comienzo del estudio a todos los sujetos para obtener la información necesaria y de ese modo adaptar el protocolo de esfuerzo a las características propias de cada uno de los sujetos.
PRUEBA DE VALORACIÓN INICIAL
El test se realizó siguiendo las recomendaciones de Wasserman (1987) y Zavala (1988).
La carga inicial fue de 50W, y esta carga fue incrementada 25W para las mujeres y 30W para los hombres cada minuto. La frecuencia de pedaleo fue de 70-90 RPM; los sujetos pudieron regularla durante toda la prueba mirando la pantalla del cicloergómetro. La prueba se daba por finalizada cuando se observaba una disminución de la frecuencia de pedaleo, durante 5 segundos, con incapacidad para alcanzar nuevamente la frecuencia de pedaleo elegida por el sujeto, o por debajo de 70 RPM.
Para determinar la potencia máxima (Wmax), se siguieron las recomendaciones de Kuipers y col. (1985), aplicando la siguiente fórmula: Wmax= WF + (t/60) X AW donde "WF" es la última carga completa, "t" el tiempo durante el cual mantuvo la frecuencia de pedaleo en la última carga, y "AW" el incremento de carga cada minuto (25W para las mujeres y 30W para los hombres).
Durante las pruebas ergométricas se registraron los parámetros ventilatorios mediante un sistema automático, de circuito abierto, que analizaba cada respiración de forma separada ( CPX, Medical Graphics Corporation, St. Paul Minnesota). El error de medida de este equipo es inferior al 5% (Panton y col. 1991). El analizador de gases fue calibrado mediante gases certificados, conforme las especificaciones del fabricante.
El registro de la frecuencia cardíaca se realizó cada 5 segundos por medio de un cardiotacómetro (Polar Avantage XL Heart Rate Monitor, Sport Tester 4000, Polar), de validez y fiabilidad similares al electrocardiograma (Thivierge y Leger, 1988).
Los parámetros ventilatorios registrados fueron promediados y presentados en intervalos de 15 segundos. Se consideró como VO2max el valor más elevado de VO2 observado en un intervalo de 15 segundos.
Para la identificación del umbral anaeróbico o primer umbral ventilatorio (UV1) y del punto de compensación respiratoria o segundo umbral ventilatorio (UV2) se siguieron las recomendaciones de Wasserman (1987).
El resto de variables analizadas referentes a UV1 y UV2 (FC, W, VO2), se hallaron por proyección ortogonal una vez conocido el tiempo de prueba correspondiente a cada umbral. Cuando fue preciso, las variables se ajustaron por interpolación lineal entre el intervalo de valores conocidos más próximos.
PROTOCOLO DE PROCEDIMIENTO
La aplicación del protocolo de procedimiento se realizó siguiendo un proceso similar al de la valoración de la capacidad anaeróbica y la resistencia en esfuerzos de alta intensidad, conforme al protocolo de Medbo (Medbo y col. 1988, Lopez Calbet & col. 1995), con medición continua de la FC, mediante el Sport Tester Polar 4000, pero sin análisis de gases.
Los sujetos realizaron un calentamiento consistente en pedalear con cargas de 80, 100, 120, 100 y 80 W en las mujeres y con 100, 120, 140, 120, 100 W en los hombres, manteniendo 1 minuto cada carga. Finalizado el calentamiento, se modificó la fuerza de frenado para que fuese un 10% superior a la Wmax obtenida en la prueba incremental hasta el agotamiento. En estudios realizados (Lopez Calbet & col. 1995) se ha comprobado que este incremento de la Wmax, es adecuado para que las pruebas supramáximas tengan una duración entre 2 y 4 min, tal y como ha recomendado Medbo (Medbo y col. 1988).
Tras el calentamiento, los sujetos permanecían sentados e inactivos en el cicloergómetro, hasta que su FC fuese inferior a 120 ppm. Seguidamente comenzaban a pedalear, ajustando rápidamente la frecuencia de pedaleo a 90 RPM, prosiguiendo el ejercicio hasta el agotamiento. Antes de la prueba y durante la misma, se les indicaba a los sujetos que no debían abandonar el ejercicio hasta alcanzar el máximo rendimiento posible. La prueba se daba por finalizada cuando el sujeto era incapaz de seguir pedaleando o cuando, durante más de 5 segundos, su frecuencia de pedaleo era inferior a 80 RPM.
Llegado este momento, el sujeto bajaba inmediatamente de la bicicleta y era sometido a la evaluación de los parámetros visuales con la fatiga acumulada de la prueba, para volver a la bicicleta una vez que la FC fuese inferior a la correspondiente a UV2 obtenida en la prueba de valoración inicial. En caso de que la FC alcanzase en un período inferior a 30 segundos la FC de UV2, se esperaba a que la recuperación de la FC llegase a la correspondiente a UV1. Si a este umbral se llegaba a recuperar, igualmente, en menos de 30 segundos, se esperaba a que la FC alcanzase un valor de 140 latidos por minuto (siempre que UV1 estuviese por encima) o 120 latidos por minuto. Estos diferentes índices de recuperación se utilizaron individualmente, dada la
gran variedad que existe en la recuperación de la FC (McArdle et al, 1990; Astrand y Rodahl, 1986; López Chicharro et al, 1995), así como para poder dar un tiempo mínimo de registro de los parámetros visuales, sin entorpecer continuamente su medida. Alcanzado este nivel de FC, el sujeto debía volver a la bicicleta. En ningún caso, se sobrepasarían los tres minutos de duración sin subir a ella. Acomodado en la bicicleta, el sujeto realizaba un esfuerzo de carga idéntica al previamente desarrollado, pero con una duración aproximada de 30 segundos con claras diferencias individuales, por la capacidad de cada sujeto a ajustarse a la carga de W (Mishchenko y Monogarov, 1995), hasta el momento de aumentar la FC por encima del UV1 o UV2 (según los sujetos), para volver a repetir medidas de parámetros visuales. Este último proceso se realizó dos o tres veces según la capacidad del sujeto para recuperar la FC por debajo de los umbrales. Todo este protocolo se considera como la aplicación del primer nivel de la variable independiente.
El segundo nivel de dicha variable, consistía en repetir todo el protocolo anterior a partir de los diez minutos de recuperación, considerados éstos a partir de la finalización de la prueba del 10% superior a la Wmax.
TEST DE VISIÓN PERIFÉRICA
Se realizó sobre fondo blanco, para lo cual, se colocó detrás del lugar donde se iban a realizar los test, una pantalla de dicho color. Se valoraron los ejes visuales horizontales y verticales.
Consistió en visualizar unos optotipos que aparecían desde fuera de la visión central hacia dentro para poder determinar en qué ángulo identificaba el optotipo. Para ello, fue necesario que el sujeto experimental mantuviera fija la mirada en un punto establecido en el perímetro, y visualizara los optotipos sin realizar ningún movimiento con los ojos, aspecto que verificaba un observador específico.
El sujeto para realizar dicho test se colocaba en la silla que se encontraba frente al perímetro, apoyando la comisura de los labios en el soporte preparado para tal fin, al mismo tiempo que cogía con su mano dominante el soporte del perímetro que se encontraba en su parte inferior, evitando de este modo que el perímetro se moviera.
El valor en grados de su visión periférica sería el grado que marcaba el perímetro en ese lugar. Esta prueba se realizó en las angulaciones de 0 grados, 90 grados, 180 grados y 270 grados, procediendo del mismo modo en todas ellas.
RESULTADOS
SOBRE LA VISIÓN PERIFÉRICA VERTICAL
En la tabla 1 se pueden observar las medias y desviaciones típicas de los resultados obtenidos por cada uno de los sujetos, en relación con la Visión Periférica Vertical, a lo largo de la línea base (A), durante la aplicación de la variable independiente en las fases de tratamiento (B1, B2) y durante el retorno a línea base (A'). Puede observarse que los valores de las medias conseguidas por los sujetos en la parte de tratamiento, en la mayor parte de los casos son mayores a los obtenidos en las fases en las que no había influencia de la variable independiente.
En la tabla 1 se aprecia cómo los sujetos 1, 2, 4, 7, 8, 11, 13 y 14 muestran valores más altos en ambas fases de tratamiento (B1 y B2) que en la correspondiente a la línea base (A). En los casos que se refieren a los sujetos 3, 5 y 15, los valores encontrados tras la aplicación de las distintas fases del tratamiento son menores que los referidos a la línea base (A), lo cual podría indicar una ligera influencia de la variable independiente sobre los niveles de la variable dependiente; sin embargo, estas diferencias encontradas son mínimas y, según la tabla 4, sólo en el caso del sujeto 3 son estadísticamente significativas.
La estadística descriptiva de la tabla 1 indica que los sujetos 6, 9 y 12 muestran un leve descenso en los resultados del test visual tras la aplicación del primer tratamiento (B1) y una mejora del rendimiento tras la aplicación del segundo tratamiento. De cualquier modo el análisis inferencial, registrado en la tabla 2, indica que no existen diferencias significativas entre los datos encontrados en las fases de establecimiento de línea base (A) y las de tratamiento (B1 Y B2).
Los datos referidos a los sujetos 9 y 10, con ligeras disminuciones, no reflejan diferencias significativas entre las fases anteriormente citadas, lo cual indica que, en el peor de los casos, la variable independiente no ejerce ningún tipo de influencia negativa sobre la variable dependiente.
SOBRE LA VISIÓN PERIFÉRICA HORIZONTAL
Los datos encontrados muestran que de los 15 sujetos que participaron en el experimento, 12 no sólo no experimentaron un perjuicio de su capacidad para ver estímulos en el plano horizontal, sino que incluso mejoraron los valores obtenidos tras la aplicación de las fases de tratamiento.
Los sujetos 5 y 15, tal como se aprecia en la tabla 3 muestran valores menores tras la aplicación del tratamiento (B1 y B2) que durante la aplicación de la línea base (A); sin embargo, sólo el sujeto 15 muestra diferencias estadísticamente significativas entre dichas fases, que evidencien una disminución del campo visual horizontal como consecuencia de la aplicación de la variable independiente.
El sujeto 14 obtiene valores muy similares tras la aplicación de la primera fase de tratamiento en relación con la línea base, aunque obtiene valores superiores tras la aplicación de la segunda fase del tratamiento; en ningún caso las diferencias pueden ser consideradas significativas (tabla 4).
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
La observación de los resultados muestra que únicamente dos de los sujetos estudiados, el sujeto 3 y el 15, reducen significativamente sus capacidades de Visión Periférica después del esfuerzo aplicado, destacando que, en ningún caso, disminuyen significativamente en ambos ejes; el sujeto 3 reduce su rendimiento en el eje vertical y el sujeto 15 lo hace en el eje horizontal. Es destacable que, en ambos casos, existen diferencias significativas entre la línea base y el retorno a línea base, por lo que una vez retirado el esfuerzo no se observa reducción de la influencia de la fatiga. El estudio separado de los dos ejes principales del campo visual, vertical y horizontal, permite a su vez observar la tendencia de algunos sujetos a disminuir su capacidad visual. Tres sujetos: 5, 6 y 9, reducen ligeramente su eficacia en alguno de los dos ejes de medida de la visión periférica.
Estos resultados se pueden contrastar con los que ofrecen Bard C. y Fleury M. (1978), Fleury M. y Bard C. (1990) confirmando la falta de evidencias que consideren la disminución del rendimiento del campo visual después del esfuerzo. Los mismos autores han diferenciado la intensidad de los esfuerzos y su influencia en los diferentes parámetros visuales. Consideran que los esfuerzos de intensidad moderada pueden preparar al sujeto para una mayor rentabilidad en sus capacidades visuales, destacando, la visión periférica. Ante esfuerzos intensos, como se ha mencionado anteriormente, no describen mejoras aunque tampoco han apreciado efectos negativos.
En los resultados obtenidos en nuestro estudio, en visión periférica horizontal, se aprecia una tendencia generalizada a mejorar, aunque destaca una tendencia más pronunciada en cinco sujetos, sujetos 1, 2, 7, 12, y 13. Al completar la observación de las gráficas de estos sujetos, mediante la estadística inferencial, se confirma que las diferencias entre la línea base (A) y los tratamientos son significativas para las dos fases. De los seis sujetos, tres de ellos 1, 2, y 7, muestran a su vez diferencias significativas entre las dos líneas base, mostrando la posibilidad de que exista un entrenamiento en el proceso del estudio o una escasa estabilización en el retorno a la línea base. Para este análisis, hemos observado también las medias, para tratar de ver si en el retorno a la línea base existe una tendencia a disminuir la eficacia obtenida en los tratamientos. Dos de ellos, sujetos 1 y 7 descienden moderadamente sus puntuaciones en el retorno a la línea base, mientras que el sujeto 2, aumenta sus puntuaciones. Estos datos incitan a ser cautos a la hora de expresar una mejora en la capacidad visual de los sujetos después del tratamiento, aunque como expusimos en la introducción Davey, (1973) y Fleury y Bard, (1991) han encontrado indicios de mejora en detección visual y visión periférica después de niveles moderados de esfuerzo.
En el análisis realizado para la visión periférica vertical, los resultados tampoco evidencian efectos negativos significativos del esfuerzo físico, salvo para el sujeto 3, aunque las tendencias a disminuir son más evidentes que en el eje horizontal.
Respecto a la posibilidad de mejora, los resultados son muy similares a la visión periférica horizontal, una tendencia generalizada a la mejora, destacando los resultados de cuatro sujetos 1, 2, 7 y 11. La estadística mediante el análisis de varianza confirma este incremento de forma significativa. De los cuatro sujetos, los sujetos 1, 2 y 7 mejoran ante las dos fases del tratamiento (B1 y B2) mientras que el sujeto 11 únicamente parece que mejora ante la fase (B2), más exigente. Los cuatro sujetos siguen mejorando aunque se haya retirado la variable aplicada, dato que se puede considerar revelador para no pensar en una mejora real debida al tratamiento y sí a un entrenamiento visual o la necesidad de una toma de datos más prolongada en el retorno a la línea base.
De los sujetos en los que se aprecia este incremento progresivo, en el sujeto 2, se puede apreciar este efecto en ambos ejes: vertical y horizontal. Nuestra discusión sobre este tema se centra en la posibilidad de que este sujeto tienda a entrenar sus habilidades visuales a través de las pruebas realizadas, manteniéndose la tendencia general de la escasa influencia del esfuerzo en sus parámetros visuales. En otros estudios realizados sobre visión periférica, como el de Fradua, L. (1993), se ha valorado la posibilidad, en ciertos deportistas que nunca han entrenado sus capacidades visuales, de que su potencial en esta capacidad, que se mantenía dormida, se vea favorecida en momentos concretos.
En función de los datos obtenidos, en general en ambos ejes de la visión periférica, podemos decir que no parece evidente que un esfuerzo intenso influya negativamente en el campo visual del deportista, si bien tampoco se aprecia una clara evidencia de mejora en esta habilidad.
Recientemente, Williams y Horn (1995), dudan de las interpretaciones que se pueden hacer cuando se analiza el efecto del esfuerzo físico en el rendimiento de habilidades visuales, utilizando tareas no específicas para el deporte en cuestión y proponen un sistema de evaluación de la visión periférica, utilizando el vídeo para representar situaciones simuladoras de las acciones de fútbol, así como tomando datos durante la propia realización del esfuerzo.
Tabla 1. Medias y Desviaciones típicas de los sujetos respecto a la visión periférica vertical
LINEA BASE |
TRATAMIENTO |
RETORNO L.B. |
|||
---|---|---|---|---|---|
A |
B1 |
B2 |
A´ |
||
Sujeto 1 | MEDIA |
77.167 |
90.167 |
93.500 |
87.500 |
DESVIACIÓN TP. |
30.460 |
34.301 |
35.858 |
39.275 |
|
Sujeto 2 | MEDIA |
63.667 |
87.333 |
84.667 |
92.500 |
DESVIACIÓN TP. |
29.932 |
33.791 |
35.279 |
42.255 |
|
Sujeto 3 | MEDIA |
96.500 |
72.500 |
75.833 |
81.500 |
DESVIACIÓN TP. |
38.952 |
28.539 |
30.039 |
47.057 |
|
Sujeto 4 | MEDIA |
70.333 |
90.500 |
88.833 |
97.750 |
DESVIACIÓN TP. |
29.736 |
37.483 |
36.862 |
44.212 |
|
Sujeto 5 | MEDIA |
56.167 |
52.167 |
53.000 |
64.250 |
DESVIACIÓN TP. |
21.358 |
22.164 |
21.149 |
29.930 |
|
Sujeto 6 | MEDIA |
68.000 |
62.833 |
74.500 |
83.500 |
DESVIACIÓN TP. |
31.261 |
25.189 |
31.392 |
41.554 |
|
Sujeto 7 | MEDIA |
48.333 |
66.500 |
68.667 |
58.750 |
DESVIACIÓN TP. |
18.796 |
26.242 |
27.516 |
26.991 |
|
Sujeto 8 | MEDIA |
44.833 |
45.000 |
53.500 |
46.750 |
DESVIACIÓN TP. |
19.722 |
18.420 |
22.909 |
22.612 |
|
Sujeto 9 | MEDIA |
83.167 |
80.833 |
83.833 |
89.500 |
DESVIACIÓN TP. |
35.584 |
31.068 |
32.028 |
41.295 |
|
Sujeto 10 | MEDIA |
43.333 |
43.500 |
43.000 |
37.500 |
DESVIACIÓN TP. |
17.535 |
17.792 |
17.592 |
17.321 |
|
Sujeto 11 | MEDIA |
38.667 |
51.667 |
58.167 |
60.250 |
DESVIACIÓN TP. |
17.151 |
23.528 |
24.471 |
27.096 |
|
Sujeto 12 | MEDIA |
60.500 |
60.333 |
65.333 |
50.750 |
DESVIACIÓN TP. |
23.878 |
28.070 |
28.513 |
26.801 |
|
Sujeto 13 | MEDIA |
47.833 |
55.500 |
52.667 |
43.500 |
DESVIACIÓN TP. |
21.063 |
22.977 |
28.428 |
22.621 |
|
Sujeto 14 | MEDIA |
31.000 |
33.167 |
34.333 |
26.750 |
DESVIACIÓN TP. |
12.488 |
13.794 |
13.697 |
12.198 |
|
Sujeto 15 | MEDIA |
78.167 |
75.000 |
73.500 |
66.000 |
DESVIACIÓN TP. |
31.932 |
30.864 |
28.042 |
29.912 |
Tabla 2. Análisis de varianza de los datos obtenidos por los sujetos respecto a la visión periférica vertical
ANALISIS DE VARIANZA (P<0.05)
SUJETOS | A-B1 | A-B2 | B1-A’ | B2-A’ | A-A’ | B1-B2 |
---|---|---|---|---|---|---|
Sujeto 1 | 0.013 | 0.007 | 0.345 | 0.146 | 0.079 | 0.326 |
Sujeto 2 | 0.020 | 0.070 | 0.386 | 0.419 | 0.027 | 0.726 |
Sujeto 3 | 0.008 | 0.039 | 0.463 | 0.115 | 0.005 | 0.328 |
Sujeto 4 | 0.051 | 0.068 | 0.448 | 0.352 | 0.009 | 0.866 |
Sujeto 5 | 0.409 | 0.347 | 0.115 | 0.070 | 0.080 | 0.881 |
Sujeto 6 | 0.570 | 0.534 | 0.062 | 0.452 | 0.266 | 0.139 |
Sujeto 7 | 0.001 | 0.001 | 0.165 | 0.128 | 0.024 | 0.691 |
Sujeto 8 | 0.976 | 0.218 | 0.762 | 0.375 | 0.787 | 0.171 |
Sujeto 9 | 0.773 | 0.933 | 0.161 | 0.318 | 0.560 | 0.381 |
Sujeto 10 | 0.969 | 0.937 | 0.199 | 0.232 | 0.185 | 0.909 |
Sujeto 11 | 0.097 | 0.011 | 0.283 | 0.743 | 0.003 | 0.412 |
Sujeto 12 | 0.984 | 0.510 | 0.418 | 0.194 | 0.233 | 0.618 |
Sujeto 13 | 0.258 | 0.648 | 0.145 | 0.485 | 0.604 | 0.783 |
Sujeto 14 | 0.516 | 0.254 | 0.096 | 0.022 | 0.147 | 0.726 |
Sujeto 15 | 0.689 | 0.431 | 0.245 | 0.041 | 0.126 | 0.798 |
Tabla 3. Medias y Desviaciones típicas respecto a la visión periférica horizontal
LINEA BASE | TRATAMIENTO |
RETORNO LB. |
|||
---|---|---|---|---|---|
A |
B 1 |
B2 |
A´ |
||
Sujeto 1 | MEDIA | 94.167 |
127.000 |
131.667 |
124.500 |
DESVIACIÓN TP. | 37.660 |
48.475 |
50.874 |
55.904 |
|
Sujeto 2 | MEDIA | 88.333 |
116.000 |
116.167 |
122.500 |
DESVIACIÓN TP. | 39.953 |
44.313 |
45.059 |
57.004 |
|
Sujeto 3 | MEDIA | 101.167 |
108.000 |
103.333 |
88.750 |
DESVIACIÓN TP. | 41.644 |
43.119 |
41.991 |
39.987 |
|
Sujeto 4 | MEDIA | 103.000 |
112.333 |
106.500 |
115.750 |
DESVIACIÓN TP. | 40.347 |
44.192 |
41.556 |
52.908 |
|
Sujeto 5 | MEDIA | 94.167 |
91.500 |
89.000 |
93.000 |
DESVIACIÓN TP. | 36.518 |
35.874 |
34.697 |
43.466 |
|
Sujeto 6 | MEDIA | 102.667 |
116.333 |
113.833 |
131.750 |
DESVIACIÓN TP. | 41.645 |
44.436 |
43.901 |
60.723 |
|
Sujeto 7 | MEDIA | 65.167 |
95.167 |
102.833 |
100.000 |
DESVIACIÓN TP. | 25.816 |
38.570 |
39.070 |
46.027 |
|
Sujeto 8 | MEDIA | 73.000 |
83.333 |
79.000 |
80.750 |
DESVIACIÓN TP. | 28.855 |
32.315 |
35.525 |
37.367 |
|
Sujeto 9 | MEDIA | 101.333 |
104.667 |
105.833 |
95.750 |
DESVIACIÓN TP. | 48.123 |
43.465 |
42.165 |
43.015 |
|
Sujeto 10 | MEDIA | 25.167 |
63.167 |
65.667 |
66.750 |
DESVIACIÓN TP. | 22.918 |
25.602 |
26.094 |
30.063 |
|
Sujeto 11 | MEDIA | 82.167 |
85.667 |
84.833 |
95.750 |
DESVIACIÓN TP. | 32.088 |
33.694 |
35.547 |
43.120 |
|
Sujeto 12 | MEDIA | 96.500 |
127.000 |
119.000 |
113.500 |
DESVIACIÓN TP. | 39.037 |
49.761 |
47.850 |
51.761 |
|
Sujeto 13 | MEDIA | 87.833 |
124.333 |
128.333 |
93.000 |
DESVIACIÓN TP. | 41.003 |
50.183 |
49.773 |
44.953 |
|
Sujeto 14 | MEDIA | 73.833 |
73.500 |
75.167 |
65.250 |
DESVIACIÓN TP. | 28.796 |
28.472 |
29.557 |
32.591 |
|
Sujeto 15 | MEDIA | 116.500 |
103.500 |
99.167 |
89.750 |
DESVIACIÓN TP. | 44.559 |
39.777 |
39.234 |
41.704 |
Tabla 4. Análisis de varianza de los datos obtenidos por los sujetos respecto a la visión periférica horizontal
ANALISIS DE VARIANZA (P<0.05)
SUJETOS | A-B1 | A-B2 | B1-A’ | B2-A’ | A-A’ | B1-B2 |
---|---|---|---|---|---|---|
Sujeto 1 | 0.000 | 0.000 | 0.587 | 0.291 | 0.003 | 0.425 |
Sujeto 2 | 0.022 | 0.028 | 0.442 | 0.508 | 0.043 | 0.976 |
Sujeto 3 | 0.495 | 0.834 | 0.044 | 0.140 | 0.227 | 0.626 |
Sujeto 4 | 0.227 | 0.608 | 0.698 | 0.260 | 0.138 | 0.435 |
Sujeto 5 | 0.645 | 0.350 | 0.853 | 0.607 | 0.878 | 0.671 |
Sujeto 6 | 0.092 | 0.183 | 0.077 | 0.063 | 0.027 | 0.617 |
Sujeto 7 | 0.002 | 0.000 | 0.615 | 0.617 | 0.001 | 0.264 |
Sujeto 8 | 0.064 | 0.405 | 0.676 | 0.841 | 0.263 | 0.527 |
Sujeto 9 | 0.832 | 0.760 | 0.409 | 0.226 | 0.742 | 0.910 |
Sujeto 10 | 0.130 | 0.059 | 0.527 | 0.827 | 0.062 | 0.658 |
Sujeto 11 | 0.540 | 0.738 | 0.115 | 0.254 | 0.028 | 0.919 |
Sujeto 12 | 0.005 | 0.041 | 0.158 | 0.606 | 0.097 | 0.413 |
Sujeto 13 | 0.021 | 0.007 | 0.037 | 0.008 | 0.748 | 0.677 |
Sujeto 14 | 0.939 | 0.788 | 0.303 | 0.253 | 0.299 | 0.724 |
Sujeto 15 | 0.015 | 0.016 | 0.069 | 0.289 | 0.003 | 0.494 |
REFERENCIAS
ALVAREZ, C. (1985). La preparación física del fútbol basada en el atletismo. Madrid. CAV. ASTRAND, P. O., RODAHL, K. (1986). Fisiología del trabajo físico. Bases fisiológicas del ejercicio. Buenos Aires. Médica Panamericana. BARD, C., FLEURY, M. (1978). Influence of imposed metabolic fatigue on visual capacity components. Perceptual and motor skills, 47; 1283-1287. DAVEY, C. (1973). Physical Exertion and mental performance. Ergonomics, 16, 595599.
FRADUA, L. (1993). Efectos del entrenamiento de la visión periférica en el rendimiento del futbolista. Tesis Doctoral, Facultad de Ciencias de la Actividad Física de Granada.
FLEURY, M., BARD, C. (1990). Fatigue mëtabolique et performance de tëches visuelles. Canadian Journal Sport Science, 15-1; 43-50. GROSSER, M. Y NEUMAYER, A. (1986). Técnicas de entrenamiento. Barcelona. Martínez Roca. LOPEZ, L. (1993). Necesidades energéticas en el fútbol. IV Curso de fisiología aplicada. Escuela de Medicina del Deporte. Madrid. LOPEZ, J. A., GARCIA, J. M., PALOMINO, A., CHAVARREN, J., BARBANY, J.
R. (1995): Valoración cicloergométrica de la capacidad anaeróbica mediante elmétodo de déficit máximo de oxígeno acumulado. Actas del Congreso Científico Olímpico-1992. Vol IV. Bioquímica, Fisiología del ejercicio y Medicina del Deporte. I.A.D. Junta de Andalucía. Málaga.
LOPEZ, J., FERNANDEZ, A. (1995). Fisiología del ejercicio. Madrid. Médica Panamericana. LÓPEZ, J., LEGIDO, J. C. et al. (1991): Umbral anaeróbico. Bases fisiológicas y aplicaciones. Madrid. Interamericana. MacGraw-Hill. MARTIN, E. (1987). An insight to sports featuring trapshooting and golf. 3ª. Ed. New York. Workman Publising. McARDLE, W. D., KATCH, F. I., KATCH, V. L. (1990). Fisiología del ejercicio. Energía, nutrición y rendimiento humano. Madrid. Alianza Editorial. MEDBO, J. L., MOHN, A. C., TABATA, I., BAHR, R., VAAGE, O., SEJERSTED,
O. M. (1988). Anaerobic capacity determined by maximal accumlated O2 deficit. J. Apppl Physiol, 67; 1881-1886.
MISHCHENKO, V. S., MONOGAROV, V. D. (1995). Fisiología del deportista. Bases científicas de la preparación, fatiga y recuperación de los sistemas funcionales del organismo de los deportistas de alto nivel. Barcelona. Paidotribo.
MORAS, G. (1994). La preparación integral del voleibol. Barcelona. Paidotribo.
PANTON, L. B.; LEGGET, S. H.; CARROLL, J. F.; GRAVES, J.E.; POLLOCK, M.L.; LOWENTAHANL, D.T.; ENGMMAN, A.; FEURTADO, D.; GULICK, j. (1991). Validation of metabolic gas exchange system. Abstract. Med Sci Sport Exerc 23.
PLATONOV, V. (1991). La adaptación en el deporte. Capítulo V: El cansancio y la recuperación. Barcelona. Paidotribo.
PINAUD, P. (1993). La percepción visual en las acciones tácticas. Congreso Internacional de Especialistas en Balonmano. INEF Madrid. (Paper).
QUEVEDO, L. L. & SOLE,J (1990). “ Baloncesto: Habilidades visuales y su entrenamiento”. Revista de Entrenamiento Deportivo. Vol 4, n 6, 9-19.
THIVIERGE, M., LEGER, L. (1988). Validité des carfiofréquencemètres. Sci and Sports 3. 211-221.
WASSERMAN, K. (1987). Determinants and detection of anaerobic.
WILLIAMS, J. G., HORN, R. (1995). Exercise intensity effects on peripheral perception of soccer player movement. International Journal od Sports Vision. 2-1; 22-28.
ZAVALA D. C. (1988): Mathematical potpourri. En: Manual on Exercise Testing. A training Handbook. Zavala D. C. (Ed).